Confianza ciega y fe intacta en que el regreso a Segunda B será este domingo. El 1-0 de Linarejos dejó cierto poso de frustración en los albinegros, pero el segundo tiempo mostró el camino de que batir al Linares es posible, por mucho que el marcador instala a los jiennenses en el pedestal del favoritismo.

Las muchas horas de viaje en el autobús, aunque ya de noche, permitieron un análisis interiorizado de cada jugador del asalto inicial de la eliminatoria. Queda el segundo 50%. Silencio en el autocar, introspección y reflexión ampliadas al domingo para, esta mañana, comenzar a desgranar la cuenta atrás para el choque de dentro de seis días en Castalia.

CAMBIO DE ESCENARIO // Las claves de este cara a cara han variado respecto a la previa del encuentro del sábado. Ahora, los púgiles han examinado de cerca las virtudes y defectos de su oponente, no solo en vídeos y en las explicaciones de los respectivos cuerpos técnicos. El encuentro en el territorio minero, además, deja dos partes completamente diferenciadas: un Castellón irreconocible antes del descanso y un Castellón que, de una forma más directa que elaborada, acabó por tener más remate y ocasiones.

En voz alta, antes de recorrer, al cobijo de la oscuridad, los 500 kilómetros de vuelta a la capital de la Plana, Guille Vázquez sacaba a relucir su condición de capitán. “No sé cómo está ahora el porcentaje de la eliminatoria, pero seguimos teniendo muchísimas opciones de subir este domingo”, manifestaba. “¡Claro que se puede remontar! Ahora sabemos cómo es el Linares y lo que tenemos que hacer”, añadía.

MANEJAR EL ‘OTRO FÚTBOL’ // La resolución del play-off entre los campeones de los grupo IX y VI de Tercera División depende, en gran medida, de Rubén Suárez. “El 1-0 es un resultado abierto, pero tenemos que hacerles el partido difícil y duro que ellos nos han hecho en su casa”, analizaba el asturiano, que sufrió en sus carnes, más concretamente en sus piernas, las otras artes azulillas, que no solo vivieron de las paradas de Lopito, la calidad de David Gámiz o de las internadas por la derecha de Bauti o Corpas...

REGRESO CANTADO // Sin discusión alguna, Albert Yagüe se ganó el regreso al once. Su irrupción en la segunda parte capitalizó la mayor parte del caudal ofensivo, con dos remates forzados y, sobre todo, el que el portero del Linares prolongó para que chocara en el larguero, rechace desaprovechado acto seguido por Jon Uriarte que se topó con el poste. “Tenemos que ser nosotros mismos”, dijo el barcelonés, pensando en la vuelta pero entroncando su discurso que Ramón María Calderé había enarbolado el viernes, antes de partir. “Debemos meter más intensidad y estar atentos a las segundas jugadas”, añadió. Todo vale para levantar el 1-0.

EL JUGADOR NÚMERO 12 // Si Linarejos impuso su ley (los azulillos ampliaron su estadística en casa: 19 victorias y una derrota en los 20 compromisos), ahora toca a Castalia dictar la suya. Alrededor de 7.500 aficionados locales y cerca de 600 orelluts casi llenaron el recinto minero, pero la pelota se traslada al escenario de la avenida Benicàssim. El Castellón busca el lleno o, por lo menos, acercarse a él lo máximo posible. H