El domingo, durante apenas cinco minutos, el Castellón fue líder. Cuatro días después, los albinegros están a ocho puntos del Ontinyent, después de un 4-0 en el derbi provincial que ha obligado a instalar el gabinete de crisis de siempre. Un resultado con graves efectos colaterales y que apunta a todos y cada uno de los estamentos del club.

No solo escuece el resultado, sino el partido (de principio a fin), el rival, la forma en la que el Borriol se impuso en todas y cada una de las facetas del fútbol... y quien ejerció de verdugos. Empezando por el entrenador y acabando por los jugadores, la inmensa mayoría de ellos formados en la cantera albinegra pero que se han visto obligados a labrarse un destino lejos de Castalia, hartos de ser ninguneados, del trato recibido por técnicos y David Cruz, de verse en la puerta de salida por no aceptar las condiciones contractuales ofrecidas...

Es, tal vez esto, lo que más enciende al albinegrismo. Una plantilla con muchos nombres, curtidos en cientos de batallas en Segunda B (incluso algunos en Segunda A y Primera) superada por un grupo de jugadores animosos impulsados por ánimos de revancha. La afición asiste atónita al desplome de un equipo que destilaba confianza y potencial por los cuatro costados hace un par de semanas, gracias a las dos victorias con la que arranque la Liga y a la clasificación para la segunda ronda de la Copa del Rey, pero que ahora ha enlazado dos derrotas, lo que le ha llevado, de paso, a ser el equipo más goleado.

De los que jugaron en El Palmar, pocos se salvan de la quema. Nadie supo hacer lo que requería el partido y, como el domingo, muchos se vieron superados por las adversidades, sin ofrecer la más mínima reacción. De nada sirven las bajas, las lesiones de los dos delanteros naturales... Tampoco es excusa el volátil timón de Calderé, con demasiados vaivenes tácticos, de alineaciones...

El buen arranque de campeonato era un pequeño oasis dentro del neblinoso ambiente que rodea al club, consecuencia del no ascenso, de la gestión por parte de Cruz (cada vez más solo y debilitado), los precios en los abonos... El presidente y consejero delegado convive con la crítica y la bronca desde hace semanas, pero la cercanía con el público en El Palmar le llevó también a vivir algún instante estresante.

LA MEDICINA // Con todo, existe una solución para revertir la creciente espiral: los resultados. El Castellón estaba incluso en peores circunstancias en la pasada temporada y, al final, hasta le sobraron dos jornadas para proclamarse campeón de grupo. H