Una actuación estratosférica de Pau Gasol (40 puntos y 11 rebotes) fue decisiva para que España venciera a Francia en la prórroga, devolver a los actuales campeones de Europa la moneda del pasado Mundial de España, se clasificara para la final --ante el vencedor del Serbia-Lituania de hoy-- y obtuviera el billete directo para los Juegos de Río. A 16 segundos para el final, Sergio Rodríguez anotó el 66-63 y un triple de Batum igualó a 66. En la prórroga, Pau Gasol, volvió a emerger para anotar los ocho últimos puntos y meter a España en la final, en los Juegos y en el cielo.

Bien en defensa y mal en rebotes y en ataque. Así comenzó el equipo español. Se trabajó mucho y bien atrás, pero no hubo suerte en los rebotes y menos aún en los lanzamientos triples, bien tirados y que no quisieron entrar para acabar el cuarto con 1 de 7, gracias a que Sergio Rodríguez acertó en la última posesión. Pau Gasol mantuvo al equipo en la anotación y la entrada del Chacho dio a la selección española otro aire, además de ayudar con cinco puntos. La defensa más ajustada, comenzó a dar sus frutos y la desventaja al descanso (32-33) seguía dentro de los parámetros ideados por el seleccionador Scariolo.

El equipo español intentó seguir siendo fiel a la hoja de ruta marcada: no dejar que el marcador se abriese y responder cada canasta, cada defensa, cada acción. Pero a Francia le empezaron a entrar los triples (parker y Lauvergne) y con Gasol como único referente en ataque, España se volvió predecible.

Cuando comenzaba a esfumarse el sueño olímpico, por la vía directa, y el pase a la final (52-61 en el minuto 33), el equipo español consiguió un parcial de 10-0 en cuatro minutos que le devolvió la vida (62-61). Ahí apareció, otra vez más, Gasol para sostener al equipo, y también Chacho, que a falta de 16.6 segundos puso un 66-63 en el luminoso. Un triple de Batum cerró el tiempo reglamentario con empate a 66.

EL DESENLACE // En la prórroga contó todo: presión, nervios, decisiones arbitrales. España supo sufrir y volver a encontrar a un Pau Gasol galáctico. Y, sobre todo, supo ganar. España llegó a la misma situación, con 18 segundos por delante y tres puntos de ventaja (78-75). Una falta discutible sobre Batum le dio tres tiros libres, pero ahí se acabó la suerte gala. Falló los tres y Pau remató la faena con un mate que abre de nuevo las puertas de la historia al baloncesto español. H