Nueve cambios respecto al equipo titular que jugó en Viena, aunque en esta ocasión las variaciones rescataban el once que ahora se puede considerar como el integrado por los jugadores más en forma, con algún matiz motivado por las características del rival como podría ser el caso de Pina en lugar de Trigueros, aunque el primero atraviesa por un dulce estado de forma.

El Villarreal se asemejó más al de la pasada temporada en cuanto al ritmo y a la intensidad de su juego que exhibió, sobre todo, durante la primera media hora y la segunda parte. Lejos aún la brillantez de antaño, pero se mejoró en la presión al rival y se vio un punto más de velocidad. Nahuel y Castillejo participaron mucho en la creación y le dieron más profundidad al juego de los amarillos. Pero el equipo de enfrente también juega y ayer el Athletic montó un tupido entramado defensivo diseñado para no dejar espacios y limitar a los amarillos, que se desenvuelven mucho mejor con campo por delante.

Sorprendía las ausencias de sus dos mejores futbolistas en ataque: Raúl García y Aduriz. Era una ayuda que seguramente Marcelino agradeció porque ambos son dos verdaderos bastiones en el juego aéreo. Los vascos defendieron con mucho orden aunque apenas llegaron al área de Areola en la primera parte. Valverde dejó a Kike Sola como un islote en ataque e incrustó a San José en la medular como un quinto defensa (4-1-4-1). El Villarreal, aún en fase de encontrar automatismos en la elaboración de su fútbol ofensivo, tenía problemas en la primera parte para buscar el agujero.

LA SEGURIDAD // Por el contrario, se rescataba la eficacia en las labores defensivas. Areola prácticamente vio el partido por la tele a pie de campo, respaldado por el impecable trabajo de su cuarteto defensivo y con dos bastiones como Bruno y Pina en el eje de la medular, aunque la aportación de Nahuel y Castillejo fue sensiblemente superior en cuanto a trabajo.

Las ocasiones de gol se cotizaban muy caras. La primera tardó 38 minutos con una buena intervención de Iraizoz a un tiro colocado de Pina con aroma de gol. Y la segunda se la ganó Leo Baptistao a base de garra y mil kilos de testiculina de la mejor calidad. El brasileño le echó, como se dice coloquialmente, un par y se tiró a la espalda a la defensa del Athletic obligando a Gurpegui a derribarle en el área. Penalti que transformó Bruno con maestría a tres minutos del descanso.

Si la primera parte se mostró bastante equilibrada, la segunda fue claramente para el Villarreal. Justo cuando Valverde echó mano de su artillería pesada y sacó al campo a Raúl García y Aduriz. El Athletic solo dispuso de una oportunidad por medio de San José para establecer el empate. Ni una más. Sin embargo, el 1-0 se generaba incertidumbre y el Villarreal necesitaba matar el partido.

Los amarillos empezaron a enlazar acciones a la máxima velocidad de banda ancha con un fútbol preciosista e imaginativo. El Athletic comenzaba a ceder. Los 20 minutos finales del Submarino fueron de escándalo, con un Baptistao estelar y un golazo espectacular de un lateral de selección como es Mario, para verlo repetido varias veces y disfrutar. El derechazo de volea entró como un obús en la portería de la plaça del Llaurador. A continuación Adrián fue objeto de un claro penalti de Laporte y en la acción continuada un centro desde el lateral derecho como mandan los cánones, es decir con potencia y efecto, fue rematado impecablemente por el hispano-brasileño al travesaño.

El Villarreal ya había cogido el hilo al fútbol 4G que le gusta a Marcelino y el Athletic era un muñequito en manos de un equipo enrrachado y con ganas de quitarse de encima la espina de Viena. Pero todavía quedaba una delicatessen para que la repleta grada del Madrigal lo premiara con la ola. Una contra bien ejecutada por Adrián concluyó con una trepidante acción de Baptistao que ejecutó a Iraizoz. El 3-0 reflejaba la clara superioridad del Villarreal, en goles y fútbol. Incluso le pudo caer alguno más a un equipo vasco que, pese a todo, tuvo el gol del honor en el último suspiro en un remate de cabeza de Aduriz que dejaba el marcardor final en un digno 3-1 para los de Valverde.

RESULTADO CORTO // Ayer se vio al mejor Villarreal en lo que va de temporada. El fútbol 4G regresó al Madrigal en la segunda parte en su máxima expresión. El resultado no reflejó la diferencia entre un equipo que quiso jugar al fútbol y un Athletic que llegó a Vila-real a sestear. El 3-1 se antoja corto para lo que se vio en el campo con un juego que empezó a tomar la forma que quiere Marcelino, al que nos acostumbró este Villarreal la pasada temporada. H