Los Juegos de Río (5 al 21 de agosto del 2016) han pasado a ocupar un lugar prioritario en la agenda de la selección tras su triunfal paso por el Europeo de Lille. También emergen como un nuevo desafío para los chicos de oro, que contemplan la cita como el escenario perfecto para redondear una trayectoria memorable: 10 medallas en las 14 últimas grandes competiciones.

La tercera corona europea para España ha sido el antídoto para disipar el mal sabor que dejó la eliminación del Mundial de hace un año. Aquella derrota ante Francia sembró muchas dudas. Básicamente sobre la durabilidad del proyecto. Con sus referentes Gasol, Navarro, Reyes y Calderón superando la treintena, creció la sensación de que habían perdido el último tren. La ocasión de despedirse a lo grande en casa.

El Europeo ha disipado las nubes negras. La selección, privada de piezas básicas como Navarro, Marc Gasol, Calderón, Ricky o Ibaka, decisivos en muchos de los últimos títulos, ha dado una lección de carácter y sacrificio.

El regreso de Sergio Scariolo al banquillo ha devuelto el perfil más competitivo y la sensación de bloque con mayúsculas que pareció perderse en la Copa del Mundo. El deslumbrante campeonato de Pau, el eje de un equipo comprometido al 100%, es la clave para entender el triunfo “Hemos pasado página y recuperado la mejor imagen”, afirman orgullosos desde la federación. H