Roberto Merhi se ha bajado de la noria de la Fórmula 1. Al menos momentáneamente. Se ha visto obligado a ceder su puesto a Alexander Rossi porque el estadounidense venía con un millón de dólares para aportar a la modesta Manor que, no obstante, ha quedado prendada con el pilotaje del castellonense, que disputará todavía dos grandes premios de esta temporada (Rusia y Abu Dabi). No obstante, Merhi ha dejado huella en el Gran Circo, de ahí que no está descartada su continuidad en el 2016.

Lo prioritario, como ha sufrido ahora en sus propias carnes, es la búsqueda de un patrocinador. Las buenas prestaciones de Teto en las 11 carreras disputadas (acabó 10, con un 12º como mejor resultado conduciendo el peor monoplaza de la parrilla, al que ha ayudado a desarrollar, superando a menudo al inamovible inglés Will Stevens) suponen el mejor reclamo. Con padrinos detrás, Merhi no tendrá problemas para una segunda aventura. Sin euros que lo respalden, todo será más difícil...

Por tanto, ¿qué opciones tiene? Pues la Fórmula 1 está, a dos meses para que cierre el telón del 2015, en plena ebullición. Son muchos los pilotos, de las grandes escuderías, con un futuro incierto: Jenson Button (McLaren) podría anunciar esta semana su retirada, Kevin Magnussen (probador de McLaren), Pastor Maldonado y Romain Grosjean (Lotus) y Sergio Pérez (Force India)...

La irrupción de Haas Team F1, que debutará el año que viene, abre la puerta a los que participan en esta situación, pues no ha confirmado ninguno de los dos asientos y cuenta con hasta una decena de pretendientes. El castellonense podría continuar en Manor, pero para ello tendría que contar con su propio espónsor (si no, revivirá lo sucedido este año).

EL BAILE // Eso por no hablar del terremoto que produciría, por ejemplo, la poco probable mudanza de Fernando Alonso de McLaren a Renault, Mercedes o Red Bull (o de alguno de los pilotos de las escuderías punteras), pues provocaría un auténtico baile. No parece, pues, la mejor de las vías a las que aferrarse.

Tampoco resulta descabellado pensar en una solución intermedia: convertirse en piloto probador, a la espera de hacerse con un volante oficial a lo largo del próximo Mundial de F1. H