Claro y directo. Como siempre. Así se mostró ayer Calderé en el programa La Tribuna de Televisión de Castellón Mediterráneo. El entrenador, que al igual que el equipo albinegro, pasa por una delicada situación, no eludió ningún tema por espinoso que fuera y se mostró seguro de su capacidad para remontar el vuelo.

La primera pregunta era obligada, ¿se ve con fuerzas para seguir y devolver al Castellón a los puestos punteros, ve peligrar su puesto en el banquillo? “Estoy convencido de que sacaremos esto adelante. Me siento respaldado por la directiva, a la que le estoy agradecido por apoyarme en todas las decisiones que he tomado por difíciles que hayan sido, y confío en el grupo”, respondió.

Más allá de hablar de ultimátums, Calderé admite que el próximo domingo en Castalia, a partir de las 17.00 horas frente al Villarreal C, habrá en juego más que tres puntos: “Llevo mucho tiempo en esto y sé que en el mundo del fútbol mandan los resultados, así que el partido es importantísimo para todos”. El técnico augura además un duro enfrentamiento: “Como buen filial sabe jugar a fútbol y muchos de sus jugadores acaban de ser campeones de España juveniles”.

Para acabar de valorar su situación personal, concluye: “Ni el año pasado era un ángel por los resultados que conseguimos, que permitieron ser líderes de grupo, ni ahora soy un demonio”.

A la hora de hablar de nombres propios, al entrenador se le preguntó por uno de los hombres más en forma del Grupo VI de Tercera, Víctor Pino, que salió por la puerta de atrás de Castalia: “Puede ser que nos hayamos equivocado dejándole salir”. Y es que el delantero del Borriol, pichichi de la categoría, fue uno de los artífices “de la peor humillación” que ha sufrido, al referirse al 4-0 endosado por el cuadro rojillo.

RUBÉN, SEÑALADO // De este partido en cuestión salieron dos damnificados en clave albinegra, Javi Selvas --que ha salido del club-- y Rubén Suárez --que ha desaparecido de las alineaciones desde entonces--. Así se refirió a ellos: “Para dar la baja a Javi tuvimos en cuenta el tema económico, porque su ficha la cubre el delantero Antonio Martínez, que nos hacía falta, pero además un jugador debe ser solo un jugador, hay un principio de autoridad que no debe saltarse. De Rubén espero mucho más. No le permito a nadie hacer determinadas cosas”.

También reconoció Calderé que debe ser “el equipo quien tire de la afición para que vuelva a Castalia como la pasada temporada”. “No les puedo poner un pero porque son muy agradecidos y siempre están con el Castellón”.

Por último, el técnico adelantó un acuerdo con el Alzira para que Borja Gracia vuelva a la disciplina albinegra --“es muy buen chico y contamos con él”--, así como la llegada de José Cantero, portero del Puertollano --“Álvaro Campos necesita un portero que le haga competencia para mejorar”--.