La situación deportiva que vive en estos momentos el CD Castellón, desde luego, no es la más idónea para que el equipo enderece el rumbo. El conjunto que dirige Ramón María Calderé no gana desde el pasado 30 de agosto (5-1 al Jove Español), encadenando cinco jornadas sin ganar, con dos empates y tres derrotas.

El juego del equipo no es el esperado y los futbolistas que deben liderar la nave albinegra no terminan de dar un paso al frente. Es más, se respira en el ambiente un distanciamiento con su entrenador, una circunstancia que complica más si cabe la posibilidad de revertir la situación.

Ante este ambiente tan enrarecido, el primero en salir de la entidad fue Javi Selvas, al que el club dio la baja a petición de Calderé. No en vano, de momento, en la directiva albinegra se está del lado del técnico catalán.

EL ‘CASO SUÁREZ’ // Los últimos resultado y las situaciones relacionadas con el vestuario vivieron ayer un nuevo capítulo, en esta ocasión entre el preparador tarraconense y el jugador que debía ser un referente en el equipo, Rubén Suárez, quien era uno de los capitanes hasta la fecha --ayer fue desposeído del cargo-- y que cuenta con ficha profesional.

Y hablamos en pasado debido a que ayer se confirmó el divorcio entre Calderé y el mediapunta asturiano. Antes de la sesión de trabajo matinal, ambos entablaron una conversación que terminó en discusión, en la que el propio técnico dijo al centrocampista que mientras él siga siendo el entrenador, Rubén Suárez no volverá a ser convocado.

Es por ello que, salvo vuelta de tuerca a una situación que parece irreversible, el talentoso futbolista ya no participará en el derbi de este próximo domingo ante el Villarreal C en Castalia (17.00 h).

Cabe recordar que ya se produjo un enfrentamiento dialéctico entre ambos en el descanso del derbi ante el Borriol (4-0) en el vestuario de El Palmar.

apoyo al míster // Evidentemente, ante esta delicada situación, la directiva albinegra no quiere que se siga enquistando el ambiente en el vestuario. Y hasta que se demuestre lo contrario, Calderé tiene potestad para tomar decisiones deportivas, como ha quedado patente con la situación de Selvas y ahora con la de Suárez.

Con esta marejada, el combinado orellut llegará al derbi ante el segundo filial amarillo más necesitado que nunca, pero sumergido en una crisis tanto de juego como de vestuario que solo se solucionará con resultados positivos. Esperemos que el primero llegue este domingo. H