Leo Baptistao ha dejado el ataque del Villarreal en cuadro. El delantero hispano-brasileño dio un paso atrás en la sesión preparatoria del pasado lunes en la Ciudad Deportiva, cuando ya se encontraba encarando la recta final de la recuperación de la lesión muscular --en el recto anterior de la pierna derecha-- que padeció en la sesión previa al partido de Europa League en el Madrigal contra el Dinamo de Minsk, el pasado 21 de octubre. Las previsiones de los servicios médicos apuntaban a una reaparición para después del actual parón liguero, provocado por las fechas FIFA para selecciones, y se pensaba contar con sus servicios para el próximo encuentro de Liga ante el Eibar (22 de noviembre). Una vez más las lesiones se han vuelto a ensañar con el Villarreal.

Leo Baptistao tendrá que esperar hasta las Navidades para regresar a los terrenos de juego, puesto que esta nueva lesión en la misma zona necesitará una recuperación sin riesgos de recaída. La baja de Leo, que se une a la de larga duración de Adrián López --intervenido en Finlandia el pasado 3 de noviembre--, dejan a Marcelino con serios problemas en la punta del ataque. Roberto Soldado y Cédric Bakambu --estos días con su selección-- son ahora los únicos delanteros natos en la plantilla, con lo que el técnico asturiano tendrá que readaptar a futbolistas como Denis Suárez, Nahuel o el mismo Samu García para dosificar tanto al valenciano como al franco-congoleño. El preparador groguet también tiene posibilidad de tirar del filial con Leo Suárez o Franco Acosta, o modificar su sistema de juego, como ya hiciera en el Camp Nou, aunque en este caso fuera también con connotaciones tácticas dado el potencial ofensivo del Barcelona.

Al Villarreal le resta un apretado calendario hasta final de año con 10 encuentros oficiales, desglosados en seis de Liga, dos Europa League y dos en la Copa del Rey. Además, hay que contar que Soldado tiene la amenaza de la sanción por acumulación de tarjetas pendiente de su cabeza. Por ello, más que nunca, Marcelino tendrá que echar mano de su habilidad para dosificar y poner en liza a todos sus efectivos muy obligado por las circunstancias.

La concatenación de lesiones musculares que ha sufrido Leo Baptistao en las últimas temporadas en el Rayo Vallecano y Betis ha tenido, desgraciadamente, continuidad en el Villarreal, unido también a que Adrián López también llegó al club amarillo con las secuelas de una lesión producida en el Oporto.

¿CAMBIO DE PLANES? // El consejero delegado del Villarreal declaró a Mediterráneo que la idea del club era no reforzarse en el mercado de invierno si no se producía una salida. No obstante, la precariedad de la situación que vive la delantera amarilla en cuanto a número de efectivos podría provocar que Fernando Roig Negueroles se replanteara la posibilidad de echar mano de alguna cesión si saliese una posibilidad que no fue excesivamente gravosa para la economía de la entidad, puesto que el riesgo de recaídas o nuevos contratiempos sigue latente. H