Ruth Beitia y poco más. Así se resume la presencia y las posibilidades españolas a medalla en los Mundiales en pista cubierta de Portland (EEUU) que se inician hoy --aunque la pasada madrugada ya se disputó la pértiga-- y que acaban el domingo, escasamente cinco meses antes de los Juegos Olímpicos de Río, el verdadero objetivo. La cántabra, a sus 37 años, aún es la capitana indiscutible del equipo. Acaba de saltar 1,98 metros, en los Campeonatos de España, segunda marca mundial del año, a solo un centímetro de Vashti Cunningham, una estadounidense a la que la cántabra dobla la edad (tiene 19 años) y que acaba de batir el récord mundial júnior con 1,99.

La brillante irrupción de Cunningham complicará la pretensión de Beitia de lograr su 12ª medalla en grandes campeonatos, y la cuarta en Mundiales en pista cubierta, tras la plata de Doha 2010 y los bronces de Moscú 2006 y Sopot 2014. Ni siquiera la ausencia de Rusia --suspendida por sus infracciones en la política antidopaje-- facilitará las cosas.

Torrijos, optimista // Un paso por debajo de Beitia se encuentran dos de los integrantes del Playas de Castellón que han viajado a Portland: Pablo Torrijos y Jorge Ureña. El castellonense deberá mejorar los 16,68 metros que tiene este año en triple salto e intentará acercarse o superar los 17,04, que son récord de España, mientras que el alicantino tendrá complicado el podio pese a que acredita la tercera mejor marca del año (6.076). Ambos aspiran a terminar en los puestos de finalista en Estados Unidos. H