Marcelino puede estar tranquilo. Sus jugadores pondrán todo el corazón para llevar al equipo groguet a lo más alto esta temporada. Los del primer equipo y los 700 que conforman toda la cantera del Villarreal. La entidad amarilla ha puesto todos los medios a su alcance para que sus futbolistas tengan un corazón a prueba de bombas, instaurando la regularidad de las pruebas cardiológicas con el objetivo de prevenir cualquier tipo de cardiopatía, especialmente entre los deportistas más jóvenes de su fútbol base.

El Villarreal invertirá unos 200.000 euros por temporada para ampliar este servicio, dentro de su proyecto Endavant Futbol Provincial, a 800 jugadores en edad juvenil de los clubs que mantienen un convenio con la entidad que preside Fernando Roig, “un esfuerzo sorprendente”, valora Óscar Fabregat, el cardiólogo integrado en los servicios médicos del club que supervisa el corazón del futuro de la factoría grogueta.

El reto del Villarreal es poner a disposición de todos los jóvenes futbolistas de la provincia un servicio, por desgracia, poco habitual fuera de lo que son las categorías profesionales. Un dato revelador: “Más del 90% de los chicos que han pasado ya por las pruebas --electrocardiograma, ecocardiograma y prueba ECG Holter, para detectar si hay patologías que puedan desencadenar en muerte súbita-- nunca habían sido valorados por un especialista”. “Normalmente, a un dos o tres por ciento de los jugadores se les detecta alguna anomalía”, explica el doctor Fabregat. H