Es el alma de Italia, la figura que representa como nadie el orgullo y el sentimiento que supone defender la camiseta azzurra. Gianluigi Buffon (Carrare, 1978) lo ha hecho en 159 ocasiones -récord en su país- desde su debut el 29 de octubre de 1997, cuando David de Gea estaba a punto de cumplir los 7 añitos. Hace casi dos décadas, pero sigue siendo el líder indiscutible de Italia, con la que ha disputado cinco mundiales y cuatro Eurocopas. Y no piensa en la retirada. Mañana volverá a estar bajo palos tras descansar ante Irlanda.

Su imagen interpretando el himno es una de las más míticas de las grandes competiciones. Concentrado, cantando en voz alta, intimida antes del pitido inicial. Lleva media vida haciéndolo y no se ha perdido ninguna de las últimas batallas contra España, empezando por aquellos cuartos de final del 2008 en Austria.

LA VOZ DE LA EXPERIENCIA // Desde la tarima de la experiencia, Buffon reflexiona sobre su carrera y el fútbol. No es nada habitual ver trayectorias tan longevas. “Soy consciente de la suerte que representa vivir algo así. Tenemos que hacer tabla rasa y ni la Euro del 2012 ni el Mundial 2014 nos pueden influir”, comentó antes del torneo a France Football.

La motivación contra España será máxima para girar la historia. “En nuestras cabezas solo cuenta la voluntad de superarnos para que nuestros aficionados estén orgullosos. El deseo de hacerlo bien nunca cambia”, cuenta el portero, que compara a los italianos con combatientes “con casco y tanques de asalto” aunque no esconde el miedo: “El miedo es necesario. El truco es controlarlo para que no te hunda”. H