Francisco Escribá Segura no es precisamente nuevo en el fútbol, pero decir que el Villarreal de Champions supone el tren más importante de su carrera no es faltar a la verdad. A sus 51 años, el entrenador valenciano aterriza en el Madrigal con la ilusión de un niño, de aquel niño que comenzó a practicar judo y atletismo en su Valencia natal hasta que le picó el gusanillo del fútbol, una pasión que no le ha abandonado hasta la fecha. “Si el día tiene 24 horas, él está 48 trabajando y pensando en el balón”, afirman desde su entorno.

Como futbolista, se formó en el Valencia, para pasar posteriormente por equipos como Andorra, Catarroja, Torrente, Eldense, Novelda, Villena, Pinoso o Nules, con el que por cierto escribiría la página más brillante del conjunto provincial, ascendiéndolo a Segunda División B. Tras colgar las botas inició su carrera como entrenador en el Buñol, regresó al Valencia en calidad de coordinador del fútbol base che. De esta etapa le viene su predilección por la cantera, una apuesta que podrá poner en práctica ahora en el Submarino.

UN TIPO NORMAL // Al margen de su brillante etapa en el Elche y no tan brillante paso por el Getafe, el nombre de Fran Escribá comenzó a sonar ya antes con fuerza como segundo de Quique Sánchez Flores, al que acompañaría en Atlético de Madrid, Valencia, Benfica o Getafe. “Fran era quien se encargaba de las relaciones con los jugadores, de la táctica, estrategia y estudiaba al rival”, recuerdan los que coincidieron con ellos. “Quique tenía un carácter más difícil, así que Fran aplicaba el sentido común para apagar algún incendio en el vestuario. Fue el gran artífice de los éxitos de Quique en aquella etapa y muchos futbolistas como David Silva tienen mucho que agradecerle”, añaden estas mismas fuentes.

En la misma línea, al nuevo entrenador del Villarreal le ven en Elche “como un tipo normal, cercano, humilde, sin ataques de entrenador”. Curiosamente, en el club ilicitano sí tuvo algún roce con pesos pesados del vestuario como Edu Albacar o Manu Herrera, problemas que se repetirían en Getafe con otro hombre importante como Pedro León, que llegó a señalarle públicamente como responsable del descenso del conjunto madrileño. Estos roces, según aseguran desde su entorno, llegan “porque es un hombre de club y antepone siempre los intereses colectivos”.

Recorrer junto a Fran Escribá la Ciudad de las Palmeras es hacerlo con una institución: “En Elche le adoramos. En su primer año subió de calle como líder pese a tener como rivales a equipos más poderosos como el Villarreal, y salvó al equipo los dos años siguientes en Primera División con pocos mimbres”.

En su etapa como entrenador franjiverde y azulón no ha contado con los recursos que sí dispondrá en el Villarreal, donde “demostrará que es un amante del buen fútbol”. Pese a que el 4-2-3-1 ha sido su sistema más utilizado estos últimos años, con un pivote más destructor y otro más creativo --como fueron en el Elche La Roca Sánchez y Rubén Pérez, por ejemplo-, “no se cierra tácticamente a ningún esquema, se adaptará a los jugadores que tenga o al partido que afronte”.

BIEN ACOMPAÑADO// Fran Escribá, que volverá a estar custodiado en esta nueva etapa por su segundo, Josep Alcácer, y el preparador físico José Mascarós, presta mucha atención también al otro fútbol. Es meticuloso hasta el más mínimo detalle, desde el apartado físico o la alimentación de sus jugadores a su propia comunicación en ruedas de prensa y entrevistas. Vive por y para el fútbol, aunque en sus ratos libres, como buen estratega, gusta de jugar al ajedrez y está en buena forma. Solo así se explica que haya completado con éxito varias maratones.

Por cierto, el nuevo entrenador del Villarreal no consta como socio de ningún equipo actualmente. El último club al que se abonó fue el Elche, para ayudarle en sus acuciantes problemas económicos que derivaron en su descenso administrativo hace ahora dos temporadas. A buen seguro, cuando salga del Villarreal --que sea dentro de muchos, muchos años, por el bien de la entidad que preside Fernando Roig--, será un groguet más. H