Quedaban ocho segundos y Anna Cruz ya se sentía campeona de la WNBA. Las Minnesota Lynx, el equipo de la catalana, también. Dominaban en el marcador por un punto de ventaja. Pero aún tenían que defender el último ataque de Los Ángeles Sparks.

A ocho segundos: Chelsea Gray, de las Sparks, entra hasta el poste bajo y atrae a cuatro defensoras a la botella, la última esta cubriendo a una tiradora abierta. A siete: Gray lanza a la media vuelta y la pelota no entra, ante el desorden generado por la penetración anterior, una camiseta amarilla aparece rompiendo el mal cierre de rebote de las de Minneapolis. A seis: Nneka Ogwumike salta y atrapa el rebote ofensivo. Al aterrizar, se dispone a lanzar desde debajo del aro casi sin poder recuperar el equilibro. A cinco: Nneka lanza y Sylvia Fowles, de la Lynx, le tapona el tiro que cae de nuevo en las manos de la jugadora angelina. Y a cuatro: con un tiro inverosimil, sin equilibrio de nuevo y a una mano, Nneka Ogwumike encesta y el banquillo angelino se levanta esperando que no se produzca el milagro.

El resto es historia. Lindsay Whalen usa los tres segundos finales para lanzar y fallar desde el medio del campo y mirar resignada la fiesta que Los Angeles Sparks empiezan a montar en lo que significa la derrota en las finales de la WNBA.

PARTIDO IGUALADO

Un agónico final para una apretadísima serie que se fue hasta el quinto partido y en el que la igualdad fue la tónica dominante. Igualdad que fue protagonista durante la primera mitad del encuentro. En la segunda, las Lynx rompieron el ritmo logrando un parcial de 6-0 poniendo un 34-28 en el marcador, la mayor ventaja del choque.

La mala fortuna haría que la pívot Sylvia Fowles se dislocara un dedo de la mano y tuviera que salir del partido durante unos minutos. LasSparks no desaprovecharon la ocasión para apretar y remontar hasta sumar cinco puntos más que las locales. La angelina Candance Parker dominaba el partido a su antojo y las del equipo propiedad de Magic Johnson se pusieron ocho puntos arriba a falta de tres minutos.

Maya Moore, figura las Lynx, apagada durante el encuentro, rompió la dinámica del partido anotando cuatro puntos seguidos y aupándose el equipo a las espaldas para igualar el marcador a falta de un minuto y medio. Durante los segundos posteriores, un intercambio de canastas acabó en el 76-75, en favor de las locales, que precedería a la jugada final.

Cuando el tiempo llegó a 0, las Sparks eran las nuevas campeonas de la WNBA, meta que no conseguían desde que ganaron la liga en 2002. Las Lynch por su parte no pudieron igualar los cuatro campeonatos de las Houston Comets. Candance Parker acabó siendo nombrada MVP de las finales. Este viernes, sumó 28 puntos y 12 rebotes.