Un solo movimiento en el tablero, el fichaje de Kevin Durant por los Golden State Warriors, ha cambiado la correlación de fuerzas en la temporada de la NBA que comenzó la pasada madrugada y que el nuevo contrato de televisión que entra en vigor en este 2016 ha convertido en Wonderland: 24.000 millones de dólares por nueve temporadas. El límite salarial de las franquicias crece de los 70 a los 94,1 millones, lejos aún de los 102 calculados para la siguiente campaña.

Los vigentes campeones, los Cleveland Cavaliers, ya no aparecen como los unánimes favoritos al anillo. En junio pasado impusieron su ley, remontaron un 3-1 a los Warriors y dejaron como un asunto menor el récord de 73 victorias y 9 derrotas que los californianos habían registrado como el mejor de la historia.

La decisión de Durantula, que le ha reportado una corriente de odio entre los aficionados de los Oklahoma City Thunder, no solo deja el contador a cero. También coloca a los Warriors en la primera línea de salida. Steve Kerr tendrá a sus órdenes a los dos últimos MVP: Durant y Stephen Curry. Esa acumulación de talento es que ha llevado a los mánagers generales a considerarles los principales favoritos en la encuesta previa al campeonato.

Los traspasos de Pau Gasol, Dwayne Wade, Al Hordford y Derrick Rose son alicientes de un torneo marcado por el millonario contrato de televisión.

En una temporada con despedidas sonadas, como las de Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett (Chris Bosh todavía batalla con los Miami Heat por seguir en activo), las franquicias han demostrado que nadan en la abundancia, así que no han podido sustraerse a la locura del verano, con más de 4.300 millones gastados en los nuevos contratos. Los traspasos de Pau a los San Antonio Spurs; de Horford a los Boston Celtics; de Wade a los Chicago Bulls; y de Rose a los New York Knicks han sido algunos de los estímulos de un activo mercado. Pero son los Warriors los que han dado el golpe, tal vez, de la última década.

EL MEJOR PAGADO // El reto así se elevará para Lebron que, después de enfundarse su tercer anillo y borrar la etiqueta de perdedor que arrastraba Cleveland, se plantea ahora igualar a una leyenda: Michael Jordan. Éste conquistó seis anillos, aunque a los 31 años tenía los mismos que King James quien, por primera vez en su carrera, iniciará la temporada como el mejor pagado de la NBA. La estrella de Akron cobrará 31 millones la próxima campaña y alcanzará los 33 kilos (unos 30 millones de euros) en la temporada siguiente, una cifra nunca hasta ahora vista en la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo.

«Me gustaría ser recordado como el mejor, es una meta personal», admitió James hace unas semanas, en una entrevista con la agencia Associated Press. «Solo que nunca la menciono. Es mi propia meta personal ser más grande que los grandes: pienso que esa debería ser la meta personal de todos», manifestó el nuevo alero de los Warriors.

En esa esperada pugna de dos, hay otros nombres en los que reparar, como los de los Spurs, los Celtics o los Utah Jazz. Pero todos quedarán en un segundo plano por la nueva rivalidad de la liga: la de King James contra el nuevo dream team de la NBA.

Habrá que demostrarlo en los más de intensos siete meses de competición. La liga regular se desarrollará hasta el 12 de abril, tres días antes del arranque de unos play-off que coronarán al nuevo campeón ya en junio. Destacar también que el all star tendrá lugar entre el 17 y el 19 de febrero, en Nueva Orleans. H