Después de las cuatro horas y media que necesitó para superar en un extenuante partido (7-5, 6-7 (6), 7-6 (3) y 6-4) a su gran amigo David Ferrer, Roberto Bautista se confesaba «reventado».

El castellonense, que se metía así en la ronda de octavos del Abierto de Australia, explicaba que «ha sido un partido muy exigente físicamente, teniendo en cuenta el ritmo con el que hemos jugado, luchando cada punto y restando los dos constantemente, con muchos intercambios».

Un dato elocuente, como apuntaba Roberto, es que «mi entrenador me ha dicho que hemos corrido algo más de cinco kilómetros en cuatro sets», manifestó. «Ha sido muy difícil, he tenido momentos en los que he estado jugando mejor, otros en los que no me he sentido bien, pero he conseguido estar estable y mantener la calma y ser bastante constante», explicó el castellonense.

Por ello la mejor lectura que sacaba Bautista era ganar confianza por imponerse a un rival como Ferrer. «Ganar siempre da confianza, pero ganar un partido así de duro contra David, más aún. David ha luchado hasta el final, ha sido muy bonito poder luchar contra él y luchar de la manera que lo hemos hecho y, por suerte, esta vez he podido ganar».

El castellonense destacó que en ocasiones como esta «la cabeza es primordial, mantener la calma cuando estás muy cansado, el seguir luchando cada punto y empujando hasta el final. El físico te tiene que aguantar pero es la cabeza la que tiene que empujar».

Esta será la tercera vez en que Bautista dispute los octavos en Australia tras el 2014 y el 2016.

rafa nadal / También está ya en octavos Rafa Nadal, que podría ser el rival de Roberto en cuartos si ambos siguen adelante. El mallorquín ganó al alemán de 19 años Alexander Zverev, por 4-6, 6-3, 6-7 (5), 6-3 y 6-2.