Hacía mucho tiempo que el Villarreal no vivía una recta final del mercado de invierno tan intensa. A tan 48 horas —el plazo de contrataciones en el fútbol europeo finaliza mañana— de que se agote el tiempo para realizar las modificaciones planeadas en la plantilla, el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, tiene por delante una apretada agenda de trabajo para culminar con éxito todos los objetivos.

Por supuesto, el traspaso de Pato al Tijuan Quanjian chino ha sido el principal frente abierto en estos últimos días del mes de enero debido a la magnitud de la oferta presentada por el club chino, que tiene previsto dejar en las arcas amarillas una cifra que podría superar los 18 millones de euros en concepto de traspaso del punta brasileño.

Con la salida de Pato encaminada, Roig Negueroles tiene sobre la mesa otros asuntos urgentes. El principal, encontrar un relevo de garantías para el ataque. El elegido es Felipe Caicedo, pero no a cualquier precio. De momento, el Espanyol no da su brazo a torcer por el ecuatoriano, que de llegar lo haría a préstamo hasta el 30 de junio y cuya continuidad como amarillo dependería de su rendimiento.

Otro tema es el de Alfred N’Diaye, una apuesta cara que no ha salido bien por la inadaptación del exbético, que ha acabado por ser un jugador intrascendente en los planes de Escribá. A última hora, el Villarreal espera algún movimiento procedente del fútbol francés. Además, el club amarillo espera que el Atlético decida un nuevo destino para el cedido Borré, que tampoco entra en los planes de Escribá para la segunda vuelta.

LOS CEDIDOS / Además, el Villarreal tiene que solucionar otros flecos menores en lo que respecta a los jugadores que tiene a préstamo esta temporada en otros clubs. Solventado el futuro de Alfonso Pedraza —cambia el Lugo por el Leeds— y Pantic —al Dinamo de Kiev—, Espinoza es la única pieza que falta por encajar.