La plantilla del Castellón se encerró el martes por la tarde en el vestuario de Castalia, con la presencia del cuerpo técnico encabezado por Manu Calleja y sin noticias de David Cruz, durante casi una hora y media, en la que analizaron, a nivel colectivo, todo lo acontecido desde que el jueves, poco después de golear al Borriol y comenzar unas minivacaciones de cinco días, varios jugadores denunciaran la delicada situación en la que están, lo que ha dado la vuelta al país. Por ahora, aplazan la adopción de nuevas medidas hasta la semana que viene, a la espera de un milagro en forma de solución a los más de cinco meses que llevan sin cobrar, mientras reciben nuevas muestras de apoyo por parte de aficionados y colectivos que, con su ayuda, hacen más llevaderas sus penurias.

Fue una especie de terapia grupal en la que se expuso cual es la situación en la que se encuentran los jugadores que, más allá de la colaboración desinteresada a título particular, es de indefensión total, una vez venció el enésimo día D (17 de abril) proporcionado por Cruz como fecha tope para una solución.

Desinformados o «engañados» -en la boca de varios de los futbolistas que rompieron la ley del silencio-, los futbolistas se han puesto en manos de su sindicato, aunque la respuesta de la AFE es que esperen al 1 de junio: entonces, podrán denunciar los impagos, pues es cuando se abre el pertinente proceso. Solamente así podrán cobrar -y no en su totalidad-, después de la subsiguiente reunión de la Comisión Mixta AFE-Tercera División, que colocará al Castellón entre la espada y la pared, abocado a la suspensión de los derechos federativos... cuando no a algo mucho peor.

MÁS DE 100.000 EUROS

El caso es que, para entonces, la deuda con el vestuario, no solo futbolistas sino con técnicos, empleados (los que siguen y los que han sido despachados durante este curso)..., superará ampliamente los 100.000 euros. Y eso sin contar las denuncias de futbolistas heredadas de la pasada campaña, aquellos que pactaron una fórmula de pago en diferido y que tampoco han visto satisfechas sus demandas laborales.

Pero, volviendo al presente, el vestuario descarta cualquier tipo de medida durante esta semana, incluyendo el encuentro del domingo en Almoradí. Sin embargo, mantienen abierta la puerta a adoptar alguna decisión de mayor calado la próxima, con vistas al trascendental derbi en Castalia frente al Villarreal C (los jugadores buscan alguna fórmula que además de llevar más gente al estadio, les pueda suponer un pequeño alivio para las arcas).

En cualquier caso, descartan un plante, por el descomunal perjuicio personal y colectivo: una huelga les supondría despedirse de la fase de ascenso, con el daño deportivo e incluso económico que esto les acarrearía.

INVITADOS A UNA MERIENDA

Por otro lado, jugadores y cuerpo técnico del Castellón se encontraron, en el regreso a los entrenamientos después de cinco días de desconexión, con una agradable noticia. Hipólito Perales, responsable de un Colegio Liceo que ya ayuda con la alimentación de varios de los futbolistas albinegros, invitó a un tentempié a la conclusión de la sesión, de ahí las felicitaciones. Los orelluts se desplazaron de Castalia hasta un establecimiento cercano, donde pudieron degustar un poco de queso, jamón...