Un gol del atacante francés Antoine Griezmann en el minuto 72 solucionó ayer la ajustada victoria del Atlético de Madrid frente al Espanyol en Cornellà-El Prat, escenario de un partido igualado hasta la aparición decisiva del atacante galo, que afianza a su equipo en la tercera plaza de la clasificación, o lo que es lo mismo, en plaza directa a la próxima edición de la UEFA Champions League.

Hasta entonces había habido contadas ocasiones de gol en ambas porterías y desde ese momento hubo alguna del conjunto blanquiazul.

Pero ninguna tan clara como la que tuvo, y no desaprovechó, el ariete galo Griezmann. Saúl tocó de primeras hacía la banda tras un rechace en la frontal del área, donde Griezmann empalmó el cuero con un una volea con el interior del pie que se coló junto al palo corto de Diego López.

A renglón seguido, el esloveno Jan Oblak realizó una parada providencial ante el brasileño Leo Baptistao, al que paró un uno contra uno. Griezmann marca y Oblak para. Así, al fin del mundo.