Buena parte del discurso del Villarreal en esta recta final de la temporada ha estado basado en la importancia de asegurar los puntos que restan en el Estadio de la Cerámica para amarrar la plaza europea. Seguramente puede que sea así. Los seis puntos ante el Sporting y el Depor quizás basten para estar, en el peor de los casos, en la séptima plaza, la que se presume que dará vía libre a la Europa League si el Barça no se empeña en estrellarse frente al Alavés en la final de Copa. Pero como los imprevistos, en el fútbol, son habituales no estaría mal que el Submarino intentara no regresar de vacío de las tres salidas que le faltan, empezando por el Calderón.

Atlético y Barça parecen hoy plazas difíciles de conquistar, tanto por el nivel de los rivales como por lo que se juegan. Valencia da la sensación de estar al alcance, aunque en un derbi nunca valen estadísticas. Pero la palabra imposible no cabe en el diccionario de este Villarreal que sí, quiere repetir en Europa, pero a poder ser como quinto de la Liga y ahorrándose unas previas siempre incómodas y con una dosis de lotería por la incertidumbre del estado de forma y adaptación de un nuevo proyecto con en el que se afrontan.

OBJETIVO // El Submarino quiere ser quinto y, por tanto, no puede «tirar los partidos fuera de casa», subraya Escribá, que ve a su equipo con opciones de sumar en todos y cada uno de los desplazamientos que quedan. Y el Calderón no es menos. «Sería de mediocres no ir a ganar al Calderón», sentencia el técnico, que dejó claras sus intenciones para esta noche (21.30, beIN LaLiga). No tanto sus planes para un once en el que «habrá cambios», pero del que no dejó ni una sola pista para Simeone. El Villarreal trabajó ayer a puerta cerrada los «detalles» que a Escribá le quedaban por perfilar y ni siquiera a la hora de confeccionar la convocatoria dio ninguna concesión. Han viajado los 20 disponibles. Con todo y a por todas.

Escribá refrescará el equipo en el Calderón, pero no de manera «exagerada». Las recuperaciones de Castillejo y Jonathan —ya jugaron el pasado sábado ante el Leganés— le permitirán dar un giro a un centro del campo en el que también asoma la opción de Rodrigo para dar oxígeno a Trigueros o a Bruno —sin descartar jugar con cinco en la medular—, mientras que la de José Ángel podrá dar descanso a Costa en el lateral zurdo. Delante se centran las principales incógnitas: mantener a la pareja Soldado-Bakambu y aprovechar el estadio de gracia del parisino —tres goles en los dos últimos encuentros— o apostar, en lugar del valenciano, por la movilidad de Adrián o Sansone.

Si los nombres no se desvelarán hasta una hora antes del choque, Escribá si reveló el concepto. «Nuestra idea es tener el balón, aunque sabemos que el Atlético, el mejor equipo de España a nivel colectivo, también es peligroso sin posesión», analiza el técnico, consciente de que asaltar el Calderón, donde el Villarreal no ha perdido en las dos últimas visitas, es una de las misiones más complicadas de la temporada: «Aun haciendo un buen partido, es difícil no salir derrotado de allí».

REGATEA LA RENOVACIÓN / El Submarino está preparado. «Habrá momentos en los que estaremos encerrados y sufriendo, pero hemos demostrado que sabemos soportar esas situaciones», recalca Escribá, que no abandonó la sala de prensa sin el déjà-vu de las últimas semanas: «¿El futuro? Al consejero delegado y al presidente les pasa como a mí; su única preocupación es acabar bien el año. Habrá tiempo de hablar».