Tan cerca ve Fran Escribá el objetivo de que el Villarreal vuelva a estar en competiciones europeas la próxima temporada que el técnico no está dispuesto a correr el riesgo de que uno de los más firmes candidatos al descenso, el Sporting, pueda esta noche comprometer las aspiraciones amarillas cuando todavía está reciente el sufrimiento máximo ante otro de los equipos de la zona baja, el Leganés, que solo se pudo solventar con la mano salvadora de Bakambu. Más o menos, el preparador amarillo espera el mismo grado de dificultad ante un rival «acuciado por su situación, a seis puntos de la salvación cuando solo quedan 12, y al que solo le vale ganar». Las diferencias las espera en su equipo… y en la grada.

De los suyos espera «más mala leche en los últimos 30 metros», en la zona donde se deciden los encuentros. «Si esta temporada hay alguna pega, a nivel general, es esa. Como en el Calderón debemos meter una intensidad máxima», reclama Escribá a sus jugadores. De la afición, el técnico espera que el penúltimo esfuerzo sea importante, aun entendiendo que «el horario no sea el mejor». «Necesitamos a nuestra gente. Queremos que todo el mundo vea el partido como lo que es, una final», subraya el míster groguet, que para no depender del Barça —en una final de Copa que abrirá a Europa la séptima plaza si se da el triunfo azulgrana— considera vitales los tres puntos de hoy. «Solo se ha clarificado un poco esa opción de la séptima posición; al resto (Athletic y Real Sociedad) les veo fallando poco hasta el final», analiza.

LAS BAJAS NO PREOCUPAN / El Villarreal también espera fallar poco. O nada. En ese sentido, Escribá cree que el conjunto amarillo «llega bien a la recta final de Liga, tanto a nivel físico, como de fútbol y de objetivos». Para la cita de esta noche en el Estadio de la Cerámica no le preocupan en exceso el cúmulo de bajas en la zona defensiva —las sanciones de Musacchio y Jaume Costa y la ausencia de Víctor Ruiz, todavía en periodo de recuperación—. Para Fran Escribá, el equipo tiene «soluciones» suficientes para que no se noten las bajas, sobre todo en el centro de la zaga, donde no se le pasa por la cabeza tener que inventar nada. «Ya hemos empleado en esa posición a Mario, incluso a Rodrigo; pero, de entrada, Álvaro y Bonera son fiables», asegura, basándose en los números y el excelente rendimiento que han ofrecido el cántabro y, sobre todo, el veterano italiano, a un nivel notable en los pocos minutos (270) de los que ha disfritado en la Liga. Con Bonera en el campo, el Submarino solo sufrió el accidente frente al Eibar (2-3), motivado más por errores arbitrales —un penalti inexistente a favor de los vascos y otro meridiano en el área eibarresa no señalado— que por deméritos.

Escribá solo espera que todos los sentidos estén centrados en un Sporting más peligroso de lo que de su delicada situación se pudiera deducir: «Nunca le he visto bajar los brazos y no podemos olvidar que dio guerra al Sevilla y casi empata con el Madrid».