El Castellón-Poblense (0-0), partido de ida de la primera ronda de ascenso a Segunda B, congregó este domingo a unos 5.000 espectadores. Fue la tercera mejor entrada en el arranque de los play-off, solo por detrás de dos eliminatorias con un doble denominador común: era entre campeones de grupo y con presencia de filiales, que jugaban en el campo de sus mayores: Zaragoza B-Calahorra y Betis B-Lorca Deportiva, con 6.000 aficionados tanto en La Romareda como en el Benito Villamarín, respectivamente.

A pesar de la política de precios de David Cruz que provocó un alud de protestas (caros, con hasta los jugadores del fútbol base obligados a pasar por caja, desalojo de las peñas habituales de gol norte bajo, imposibilidad de pagar con tarjeta...), la afición del Castellón respondió con la mejor entrada de la temporada. Eso sí, por debajo del resto de fases de ascenso de los últimos años (esta es la tercera consecutiva y la cuarta en los últimos cinco años).

En lo deportivo, el Castellón necesita mejorar el 0-0 de Castalia, este domingo a las 11.30 horas en el Nou Camp de Sa Pobla, para acceder a la siguiente ronda donde, presumiblemente, le esperaría uno de los campeones de grupo que no suban directamente y que se 'reenganchan' al resto de la promoción.