El equipo almazorense ha puesto el freno a su dinámica de ascensos, después de plantarse en Segunda División en sus tres primeros años de existencia, el Joventut ha hecho lo más complicado, conseguir una permanencia holgada en su debut en categoría nacional y cimentar su consolidación en la misma.

A las almazorenses les costó relativamente poco amoldarse a la nueva y exigente categoría en el comienzo de la presente temporada, tanto que incluso estuvieron en la parte alta de la tabla clasificatoria durante varias jornadas en el inicio.

Cuatro victorias y un empate en el comienzo liguero catapultaron al Joventut a lo más alto de la Segunda División. Hacer de su campo un fortín durante la primera vuelta fue otra de las claves del equipo de Víctor Jiménez y José Duato, pues solo cedió una derrota en sus primeros siete encuentros en casa.

Gran inicio

El transcurso de la competición situó al Joventut Almassota en la zona intermedia de la tabla, una posición tranquila en la que apenas pasó apuros para certificar su principal objetivo, la permanencia.

No obstante, no fue un camino de rosas llegar a buen puerto antes que otros. Pues durante la campaña la cruz han sido las lesiones, varias de las futbolistas más importantes del equipo se han ausentado en algunos partidos por molestias, sin embargo, el fondo de armario de una plantilla muy competitiva, ha hecho posible que este factor apenas se notara. La baja más importante fue la de la atacante, y clave en el ascenso a Segunda División del año pasado, Iris.

Cantera

Pero si el primer equipo está viviendo unos tiempos brillantes también lo hace su filial. El Joventut B ha protagonizado un buen debut en Primera Regional tras su ascenso en el pasado curso futbolístico. El conjunto que dirigen Manolo y Byron cuenta una media de edad de 17 años, ese es otro de los pilares sobre los que se fundamente el club, la labor formativa. Por ahí pasa el futuro del en los próximos años, con un grupo de chicas de un rango de edad de 13 a 19 años. Un bloque unido en el que todas son amigas además de compañeras. Sin ir más lejos, en la presente campaña han debutado hasta cuatro jugadoras en 2ª división con el primer equipo, y dos de ellas ya han ido incluso con la selección valenciana.

Es importante mencionar que el Joventut Almassora no goza del apoyo de un gran club, pero la entidad almazorense está empeñado en continuar trabajando para ser un referente a nivel nacional en el mundo del fútbol femenino.

De esta manera, después de conseguir la permanencia en Segunda División el proyecto de la próxima temporada se aventura ambicioso en una entidad que no para de crecer, que sueña despierta y que hace unos años se puso entre ceja y ceja hacer grande al fútbol femenino, hacerlo visible desde Almassora para toda España.

Lo próximo ¿intentar el asalto a Primera? Nada es imposible para el club de Boqueres.