El Villarreal volvió a ser ayer el Villarreal. En un partido colosal en Mendizorroza, la dupla Bacca-Bakambu presentó sus credenciales en LaLiga, tumbando a un desbordado Alavés que vio cómo el colombiano y el franco-congoleño, este último por partida doble, traducían con goles una victoria autoritaria, la primera fuera del Estadio de la Cerámica en el presente ejercicio (0-3).

Un éxito que deja bien a las claras que el Submarino tiene una plantilla de máximo nivel, futbolistas de mucha calidad y, sobre todo, pólvora para dar y vender.

EN EL MEJOR MOMENTO

Tocaba dar un paso al frente a domicilio. En especial en la puesta en escena, ya que tanto en el campo del Levante como en el de la Real Sociedad, las dos anteriores salidas, la salida del equipo había sido fría, desangelada, un bloque sin mordiente y con menor intensidad que el rival. Pero ayer fue diferente y los de Fran Escribá dieron la cara, muy metidos en el choque desde el pitido inicial.

El míster amarillo repitió el mismo once que se impuso al Real Betis el pasado domingo en el Estadio de la Cerámica, manteniendo a Rukavina como lateral diestro, apostando otra vez por Álvaro y Víctor Ruiz como centrales, Rodrigo y Trigueros llevando el juego en la medular, con Fornals y Castillejo en banda y el regreso de la doble B al ataque: la dupla Bacca-Bakambu.

Y la apuesta le salió bien. El duelo estuvo marcado en el primer acto por el choque de trenes en el centro del campo, ya que en el Alavés, los examarillos Wakaso y Tomás Pina le pusieron mucha intensidad y dureza al partido. Pero ni Rodrigo ni Trigueros se amedrentaron, siendo el Submarino quien iba poco a poco ganando terreno en Vitoria.

UNA BANDA TEMIBLE

En especial Samu Castillejo, bien desdoblado por Rukavina, lograron una asociación perfecta por la derecha, apoyados por un Bakambu muy participativo en todo momento.

A las primeras de cambio, en el minuto 7, el Villarreal ya avisó que a Vitoria no iba de turismo. No en vano, la sociedad Casti-Ruka provocó un centro del serbio que fue rematado de cabeza a gol por el colombiano Carlos Bacca, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego. Que lo era.

Era el preludio de una buena fase en el juego a la que también se sumaba con llegadas desde la izquierda de Jaume Costa, mientras que Trigueros y Rodrigo ponían esos pases que rompen líneas y tanto daño hacen a sus rivales desde la sala de máquinas.

El Alavés lo intentaba con arreones, en especial encontrando a Bojan entre líneas, pero las finalizaciones de las llegadas vitorianas o terminaban en la grada o bien atajadas por un seguro Barbosa, que permitió que no se echara de menos en la visita al Alavés a los dos teóricos guardametas titulares lesionados.

Pasada la media hora llegó la justa recompensa para el Submarino. Rodrigo, muy metido en el juego ayer, se inventó un pase hacia Bakambu, que el franco-congoleño convirtió en un misil que, tras tocar en el central vitoriano Alexis, se coló en el marco de Pacheco, estableciendo el 0-1 a la media hora del encuentro.

Jarro de agua fría para los locales y colchón y subidón de autoestima de un conjunto amarillo que antes del descanso en Mendizorroza tuvo un par de ocasiones más para ampliar la ventaja por mediación de Bacca y Castillejo.

MISMO PANORAMA

El segundo acto arrancó de forma similar al primero, con un Villarreal dominador y un Alavés que fue un quiero y no puedo constante. No en vano, al minuto de la reanudación se produjo el preludio de lo que iba a venir a continuación. Tras una falta desde la izquierda, Rodrigo batía al meta Pacheco, pero el tanto fue anulado de nuevo por fuera de juego (min. 46).

Pero solo hubo que esperar al minuto 51 para que el Submarino comenzara a encarrilar la victoria. Pablo Fornals se inventó una jugada por la izquierda en la que le dio el pase al punto de penalti a Samu Castillejo, quien sentó a su marcador para fusilar a Pacheco… el meta tocó el esférico y el balón quedó muerto en el área pequeña y allí apareció el olfato de Bacca para hacer el 0-2.

Un gol que daba un respiro a un conjunto amarillo que comenzó a gustarse, y en el que las asociaciones entre jugones como Trigueros, Fornals y Castillejo se sucedieron hasta el final del encuentro frente a un Alavés que arrojó la toalla consciente de la superioridad de su adversario.

LLEGÓ LA SENTENCIA

Y diez minutos después del segundo, en el minuto 61, precisamente Castillejo ponía un balón inmejorable a Bakambu, que demostró estar on fire para fusilar por bajo a un superado Pacheco. 0-3 y muy buenas sensaciones.

La fiesta pudo ser mucho mayor si hubieran acertado sus ocasiones Castillejo, Fornals, Bakambu, Bacca e incluso al final Enes Ünal, que pudieron aumentar una goleada que le sirve al Villarreal para volver a situarse donde debe estar y demostrar que esta plantilla está llamada a hacer cosas importantes en el presente ejercicio. El conjunto amarillo salió así reforzado de su visita a tierras vitorianas, mientras su rival no esperó más allá de la cuarta jornada para destituir a su técnico, Luis Zubeldía, superado por los acontecimientos en un inicio de temporada en el que los suyos no han sido capaces de sumar ni un punto ni marcar un gol.

Alavés: Pacheco, Vigaray, Alexis, Ely, Pedraza; Tomás Pina, Wakaso (Romero, min.57); Bojan (Sobrino, min.62), Medrán, Ibai (Manu García, min.84); y Munir.

Villarreal: Barboza, Rukavina, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa (Mario, min.74); Samu Castillejo; Manu Trigueros, Rodrigo, Fornals; Bakambu (Unal, min.78) y Bacca (Cheryshev, min.89).

Goles: 0-1. Min. 32: Bakambu. 0-2. Min.51: Bacca. 0-3. Min.61: Bakambu.

Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó con tarjeta amarilla por el Alavés a Sobrino (min. 80) y Pedraza (min. 92); y por el Villarreal a Rodrigo (min. 45) y a Víctor Ruiz (min. 66).

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de Mendizorroza ante 18.124 espectadores.