El Real Madrid pasó el examen en Vitoria a pesar de su falta de pegada en el día de Dani Ceballos, que debutó como titular y marcó los dos goles que dieron la victoria a los merengues ante el Deportivo Alavés (1-2). Fue un encuentro en el que la escuadra de Zinedine Zidane trenzó numerosas jugadas y creó varias ocasiones como para haber concluido con un marcador mayor a favor, pero la falta de puntería marcó el desarrollo de un envite en el que el Alavés estrelló dos balones en el palo y el Madrid otro.

A los diez minutos de partido, el Real Madrid marcó el primer tanto en una de sus primeras aproximaciones, cuando Asensio, que se internó por la banda izquierda, dio un pase atrás para que Dani Ceballos ajustara su disparo a la base del palo izquierdo de la meta de Fernando Pacheco y poner el 0-1. El Alavés logró empatar en el minuto 39 a través de un remate de cabeza de Manu García a pase de Munir, que fue imparable para Navas y que supuso el primer tanto albiazul en la temporada 2017/18.

Poco duró la alegría en la entregada afición alavesista ya que en la jugada posterior, una falta de entendimiento entre Pacheco y la defensa local propició que el balón le quedara franco a Ceballos, que buscó el hueco para superar a la zaga alavesa. Con 1-2 se llegó al descanso y ya en la reanudación los de Zidane buscaron sentenciar un partido en el que acabarían sufriendo.

El Alavés intentaba sorprender con velocidad y a punto estuvo de igualar el marcador con un disparó de Alfonso Pedraza en el minuto 69, que se envenenó tras tocar en un defensa y golpeó en el larguero. Los de Zidane no variaron su planteamiento y buscaron el tercer tanto con ahínco y en el minuto 73, Sergio Ramos perdonó al enviar por encima del larguero un balón que recogió tras una parada fallida de Pacheco.

OTRO ‘PALO’ LOCAL / Pedraza volvió a tener la igualada tras aprovechar un fallo de Varane en el minuto 75 con un buen desmarque, aunque no pudo definir con claridad en el mano a mano con Keylor Navas y volvió a estrellar el esférico contra el poste de la portería blanca.

En la recta final, el Real Madrid pudo sentenciar en una acción entre Cristiano y Asensio, pero Pacheco evitó el gol y el partido murió con una victoria balsámica para los de Zidane tras una semana convulsa en Chamartín.