Si el Villarreal exhibe hoy (21.05 horas) en el Netanya Stadium la mitad de las ganas y la ilusión en su nueva aventura profesional que transmite Javi Calleja, saltará al terreno de juego con dos goles de ventaja de partida. Es como si el equipo comenzara la temporada el 28 de septiembre. Renovadas ilusiones, conceptos diferentes, unidos a las ganas de unos técnicos que no parecen nuevos y más bien son caras muy conocidas por todos los que formaban la expedición. ¿Quién no se acuerda de la zurda de Calleja? ¿O del fino Mariscal Quique Álvarez, uno de los defensas con más clase que ha vestido la camiseta amarilla? Ahora ambos serán los encargados de dirigir la nave del Villarreal.

Cuando un nuevo técnico llega a un equipo, son muchas las incógnitas que aparecen a su alrededor. A pesar de que Calleja es un hombre de club, que conoce la filosofía, la idea y a los hombres que estarán a su mando, cada técnico posee su propia personalidad y siempre impone su sello.

La primera convocatoria, con apenas dos sesiones de trabajo con Javi Calleja al frente, presenta dos novedades significativas con la ausencia del defensa portugués Semedo y la presencia del centrocampista del filial Ramiro Guerra. No estaba en la lista Denis Cheryshev, pero su baja en la expedición que aterrizó ayer en el aeropuerto Ben Gurion de Tel-Aviv responde más a la continuidad del proceso de aclimatación y puesta a punto física que a una cuestión técnica.

LAS INCÓGNITAS

El debut de Javi Calleja como entrenador del primer equipo del Villarreal se producirá 17 años y medio después de que lo hiciera como jugador, tras saltar como en esta ocasión del filial. En aquella ocasión fue en Gijón y esta vez será en Israel. La composición del primer once de Calleja presenta las lógicas incógnitas de la incertidumbre sobre lo que pensará respecto a sus nuevos jugadores, igual que cuantos hombres dosificará también pensando en el choque ante el Eibar, o a si la incorporación del jugador del filial Ramiro Guerra responde a la intención de darle más garra y carácter a la parcela ancha.

Una de los aspectos que debe trabajar y mejorar el nuevo entrenador es la mejoría del juego defensivo. Un dato significativo es la baja en la lista de Semedo, uno de los fichajes estrellas de la actual temporada. Un buen equipo se construye desde la base de una defensa sólida. Mantener la puerta a cero es clave. Y el Villarreal ha hecho aguas en varios partidos de este inicio de temporada. Frenar la hemorragia atrás es la primera misión de Javi Calleja. La segunda es meter una velocidad más al juego. Y la tercera, la intensidad, que debe subir un par de puntos. Calidad tiene la plantilla de sobra. Hoy empieza la era Calleja y no existe duda alguna de que el joven técnico está preparado para el reto. Su debut en el primer equipo amarillo se saldó con un triunfo por 1-2 en El Molinón y repetir el 2 en la quiniela sería un buen punto de partida.