«Soy y me siento catalán...». Estaba tan emocionado Gerard Piqué que no pudo ni terminar esa frase. Se puso a llorar. Lloró por lo que había visto. «Han tenido que venir la policía y la Guardia Civil para actuar así», dijo desconsolado. Pero lloró también porque no hablaba entonces como jugador del Barça sino como un ciudadano que había «visto unas imágenes lamentables» en Cataluña.

Lloró, en realidad, porque acababa de vivir, según su propia confesión, su «peor experiencia como profesional». Y no porque estuvo 90 minutos sobre el césped ante una grada vacía sino porque no podía sacarse de la cabeza esas «lamentables» imágenes que llegaban a su teléfono móvil. Lloraba Piqué por jugar un partido que nunca quiso jugar, pero por respeto al club se colocó la zamarra con el tres y salió al césped. «Lo ha visto todo el mundo», decía sin poder disimular esas lágrimas. No podía ni tampoco quería. «El presidente bajó al vestuario y, al final, se tomó la decisión de jugar. Había muchos argumentos a favor y también, claro, en contra. Las Palmas quería jugar, estaban los puntos... El club tomó esa decisión», afirmó Piqué.

No quiso después valorar el impacto de jugar un partido que pasará a la historia. A la historia del Barça. Y de Cataluña. «Claro que entiendo que haya aficionados a los que no les ha gustado que se jugara», aseguró el defensa, convencido de que eso no modificará el lema de més que un club del que históricamente ha presumido. «No creo que ese lema caiga por esto», afirmó el jugador, quien compareció en la zona mixta del Camp Nou para atender a los periodistas: en catalán; luego, en castellano.

Que se acabara el partido

Apenas habló de su oficio. Feliz como estaba por la mañana cuando acudió a votar al colegio electoral de Sant Joan Despí, luego todo se torció para Piqué. «El fútbol era lo menos importante. Solo quería que se acabara el partido», manifestó buscando un alivio que no encontró en ningún momento. Comprensivo con las críticas que recibió el Barça, Bartomeu y hasta la plantilla por disputar ese encuentro («claro que entiendo que no quieran jugar», dijo en varias ocasiones), pero alzó la voz, rota por las lágrimas, para «defender la ley» en unos días volcánicos en Cataluña.

«Cuando se vota, se vota. Se puede votar sí, se puede votar no o en blanco. Pero aquí, durante el franquismo, no se podía votar», recordó el defensa azulgrana, impresionado por imágenes que no esperaba ver nunca.

Críticas a Rajoy

«Estoy muy orgulloso de que ante la violencia la gente no entre al trapo, se manifieste pacíficamente y que cante». Hecha esta reflexión, Piqué fue más allá. «El Gobierno, y sus medios afines, han mentido. Mentían al decir que éramos una minoría y nos manifestábamos de una forma tumultuosa. Han hecho creer a la gente de España que somos los malos. Pero solo queremos votar», puntualizó.

Fue entonces cuando centró sus críticas en Mariano Rajoy, a quien no citó por su nombre. «Estamos en manos de un presidente de Gobierno que tiene el nivel que tiene, que va por el mundo y no sabe ni hablar inglés», afirmó, indicando además que «esta es una de las peores decisiones en los últimos 40 ó 50 años de este país».

Para Piqué, ya no hay dudas sobre lo que ha pasado: «Esto solo va a separar más Cataluña de España». Y el primero que puede separarse es él mismo. «Si el míster o alguien de la selección creen que soy un problema o molesto, doy un paso al lado y dejo la selección antes del 2018», proclamó el defensa. «Ir a la selección no es una competición de patriotismo», añadió recordando que «hubo jugadores que se nacionalizaron» para ir con el combinado español.