Club Voleibol Mediterráneo, Vecindario o UBE L’Illa-Grau, aunque este último solo con una remota opción y que parece imposible que se dé, son los tres equipos que lucharán por evitar el descenso el próximo sábado, que es cuando se disputa la 22ª y última jornada de la Superliga masculina, con horario unificado (18.00 horas). Con los dos conjuntos provinciales implicados, el deseo de ambos es que sea el Vecindario quien descienda y acompañe al Tarragona 2018 SPSP, que todavía no ha puntuado y hace varias semanas que es equipo de Superliga 2, categoría de la que ascendió el pasado verano.

El que peor lo tiene es el Mediterráneo, que en estos momentos marcha penúltimo —bajan dos de los 12 clubs que militan en la élite—, aunque empatado a puntos con los canarios. Y el motivo de que esté en descenso es el reglamento de esta competición, en el que en caso de empate a puntos entre dos equipos lo primero que se mira es el coeficiente de sets y no los enfrentamientos directos entre ambos, que en este caso beneficia a los castellonenses, que ganaron los dos duelos directos.

Es por ello que la entidad que preside Santi López necesita conseguir un mejor resultado que el Vecindario para salvarse y dado los rivales que tienen, la tarea es complicada. El Mediterráneo visita la pista del líder, el Teruel, que debe ganar para asegurarse el primer puesto, mientras que los isleños reciben al quinto clasificado, el Ushuaïa Ibiza. «Vamos a lucha por sumar al menos un punto, que si ellos pierden por 0-3 ó 1-3 nos daría la permanencia. Si ellos también logran un punto nos obligan a ganar y eso ya es más complicado, porque el Teruel cuenta con una gran plantilla y hace menos de un mes conquistaron la Copa del Rey», señala Santi López sobre las opciones.

El tercero en discordia

La lógica dice que será Mediterráneo o Vencindario el que baje, pero existen opciones matemáticas de que sea el UBE L’Illa-Grau el perjudicado. No sucede lo mismo con el Textil Santanderina, rival de los graueros en la última jornada. Ambos marchan empatados a puntos (23), pero los cántabros tienen un coeficiente que impide su descenso.

No sucede lo mismo con el equipo que dirige Enric Bescós, aunque para dar con sus huesos en Superliga 2 deben perder 0-3 ó 1-3 y que Mediterráneo y Vecindario ganen por alguno de esos dos marcadores. En ese caso, los graueros tendrían un coeficiente de 0,58 en el mejor de los casos, con el Mediterráneo con 0,59 y los canarios con 0,65.