Javier Calleja tiene motivos para ser «optimista» en el reinicio de la competición. Las fechas FIFA llegaron a su fin a principios de la semana sin grandes contratiempos para los siete jugadores del Villarreal CF que tomaron parte en ellas (Rodrigo, Fornals, Cheryshev, Bacca, Rukavina, Ünal y Salem), salvo las pequeñas molestias del turco Ünal, y tanto él como su cuerpo técnico por fin han podido tener una tregua para planificar con detalle la visita al colista del Primera, el Málaga, una cita «muy especial» para el entrenador madrileño, que dejó constancia en La Rosaleda —del 2006 al 2009—, en su etapa de futbolista, de su profesionalidad y su calidad futbolística y humana.

«Me duele ver al Málaga en esa situación», reconoce, pero en estos momentos pesa más la necesidad de los puntos para estar en Europa la próxima campaña que cualquier tipo de sentimentalismo.

Sí. Las dos semanas sin Liga de por medio y, por supuesto, las buenísimas sensaciones con las que llegó el Submarino al parón, «reforzado» sobre todo por el triunfo de prestigio —con remontada incluida— ante el Atlético de Madrid, permiten a los amarillos llegar al choque de Málaga de la mejor manera, tanto física como anímica.

Pero Javier Calleja no acaba de fiarse de las circunstancias que rodean a un compromiso en el que el Villarreal saldrá a «buscar un triunfo que certifique que hemos dejado atrás el mal momento y hemos recuperado las buenas sensaciones», apunta el míster del quinto clasificado de la Liga española.

EN ALERTA // Primero, porque al rival le va la vida en el envite de mañana. A pesar de que los andaluces tienen pie y medio en Segunda —la salvación les pilla a 13 puntos con solo 27 por disputarse-—, Calleja no duda de que el Málaga «saldrá a apurar sus opciones de salvación».

«Tengo claro que ellos saldrán a dar la cara ante sus aficionados y lucharán hasta el final», avisa el madrileño. Y segundo, porque a Calleja no se le escapa que algunos de los encuentros más complicados para su equipo esta temporada han llegado ante rivales de la zona baja, como lo demuestra el hecho de haber dejado escapar ocho puntos vitales ante los últimos cinco equipos de la Liga 2017/18, con inesperados tropiezos en casa ante Alavés o Deportivo.

«Si la estadística dice que sufrimos con los de abajo no es casualidad y tenemos que analizarlo», apunta el entrenador groguet, que espera que sus jugadores den continuidad a la imagen de seriedad y efectividad que demostraron en el último encuentro ante el segundo clasificado de la Liga. «La actitud y el trabajo deben ser los mismos que pusimos en liza ante el Atlético», reclama.