Un tanto de Marco Asensio, anulado en primera instancia por el juez de línea y concedido por el VAR, dio el triunfo más corto del curso en el Bernabéu al Madrid ante un buen Espanyol.

El Real Madrid pasó de protagonizar un vendaval de ocasiones ante el Roma a disparar una sola vez a puerta en toda la primera parte. Fue gol. Castigó el único instante de desorden defensivo del Espanyol tras perdida. Hasta ese minuto 41 fue un bloque unido que tapó espacios y fue directo cuando tuvo el balón.

Sin embargo, el Espanyol achuchó y mereció el empate. El peligro a caer en un segundo tropiezo liguero consecutivo planeó en el Bernabéu durante todo el partido. Las ovaciones para un taconazo en movimiento de Ceballos o un baile en el alambre de Isco, sobre la línea de su propia área grande, no ocultaba una realidad que desesperaba a Lopetegui. Los blanquiazules llegaban y cada vez con más peligro.

Avisado quedaba un Madrid que cuando buscó la sentencia se topó con Diego López. Dejó un paradón al testarazo de Ramos y firmeza ante disparos de un Lucas Vázquez que busca su sitio y Llorente que tuvo sus primeros minutos del campeonato.