La afición es una pieza indispensable dentro del mundo del fútbol. Sin la pasión de la gente nada tendría sentido. Desde sus inicios, este deporte atrajo a masas de aficionados que gustaban de ver el juego practicado por los jóvenes del lugar. Precisamente esto propició su profesionalización, una coyuntura que ahora va en detrimento del aficionado, con horarios extravagantes o medidas como la de trasladar partidos a otros países, primando el negocio.

Sin embargo, todavía existe un reducto futbolístico, casi romántico, en el que una partida importante de los ingresos de los clubs sale de las taquillas. No obstante, la abrumadora cifra de partidos que se televisan cada fin de semana ha hecho mella durante la última década y la afluencia en los campos modestos se ve reducida.

Época de crisis

Si hace 20 años los campos del fútbol regional se llenaban cada 15 días para ver a su equipo, ahora es complicado atraer a la gente del pueblo. Y es que actualmente hay una gran diversidad de ofertas de ocio que afectan sobremanera.

No obstante, los clubs continúan haciendo lo posible y lo imposible para que las gradas de los diferentes campos del fútbol provincial presenten un buen aspecto. Actualmente, la suma total de los abonados de todos los equipos del grupo I de Regional Preferente roza los 4.000 socios.

El Burriana, un histórico del fútbol castellonense, con pasado en Segunda División B y 29 temporadas en Tercera (10 de ellas como tercera categoría), puede presumir de ser el club con más abonados del grupo I de Preferente a día de hoy. La entidad celeste presenta 700 socios y ambiciona más. El objetivo del club del San Fernando pasa por alcanzar el millar en este curso.

El Onda, otro de los equipos de tradición e historia a nivel provincial, registra un total de 600 abonados, cifra que igualmente aspira a seguir incrementando en próximas semanas. A los rojiblancos le sigue la hinchada de la UDE, siempre fiel y animosa. El José Mangriñán es uno de los campos que mejor ambiente registra cada jornada. Actualmente el club vallero ostenta 550 socios.

Al alza

Pero si hay dos equipos que han registrado un aumento significativo en su masa social son el Nules y el Cabanes. Los rojillos llegan a los 460 abonados, aspirando a alcanzar el medio millar. Por su parte, el cuadro cabanyut está en expansión tras el histórico ascenso a Preferente un cuarto de siglo después. Los blanquinegros suman 476 abonados, número totalmente de récord para una población de apenas 3.000 habitantes.

En una situación diametralmente opuesta están el San Pedro y el Alqueries, que no alcanzan el centenar de socios (al menos de momento), y también un Borriol que ha acusado el descenso y no llega a los 50.