El monstruo despertó. Era cuestión de tiempo y paciencia. Y lo hizo con uno de los partidos más completos de la era Calleja. Perfecto en defensa y genial en ataque, explotando todo el talento y la calidad que llevan dentro los jugadores del Villarreal. El 0-3 final pudo ser hasta más escandaloso. Una obra de arte de un genial Pablo Fornals, un gol que será candidato al mejor de la jornada y uno de los top de LaLiga, abrió el camino de un victoria rotunda y que puede significar la escalada definitiva del Submarino hacia la parte alta de la clasificación. Una victoria de lustre y prestigio que refuerza la confianza de un bloque que ayer demostró en Bilbao su gran potencial.

El Villarreal salió reforzado del derbi autonómico y, sobre todo, Calleja encontró, por fin, una fórmula que mantenía su idea del juego de buen gusto pero reforzaba el equilibrio defensivo. La clave era encontrar ese mediocentro que ofreciera músculo y sirviera de sostén defensivo y a la vez también jugará con sentido el balón. El Villarreal repitió el mismo once y el mismo dibujo, pero mejoró considerablemente sus prestaciones ofensivas. Seguramente también tuvo que ver que el Athletic no posee el mismo nivel que el Valencia, pero lo cierto es que desde el primer minuto se vio a un equipo serio, ordenado y que sabía lo que hacer cuando tenía la posesión.

Funes Mori volvió a actuar como epicentro del balance defensivo-ofensivo. El argentino no solo cumplió en esa posición, sino que fue el perfecto escudero de los centrales y, además, no perdió balones y dispuso de dos claras ocasiones de remate en los primeros 45 minutos.

UN VILLARREAL IMPERMEABLE / El Villarreal funcionó como un reloj suizo en defensa. Mario y Jaume Costa cerraron las tradicionales vías de llegada del Athletic por las bandas, y Víctor Ruiz y Álvaro fueron un muro de roca granítica impermeable absolutamente y que logró cerrar el espacio aéreo de Asenjo. Pero igual que ante el Valencia se rozó el 10 en defensa, en San Mamés no solo se mejoró en ese aspecto, dejando inédito al Athletic en ataque, sino que además se consiguió generar mucho juego de ataque. Y con repertorio: a la contra, por las bandas, en ataque estático y en acciones a balón parado.

Bacca fue una pesadilla para la zaga bilbaína. El colombiano se movió bien con espacios abiertos y también en distancia corta. Y la más clara en los primeros 45 minutos fue para Fornals, reactivo a una acción de talento de Gerard Moreno, pero Unai Simón, otro porterazo de Lezama, evitó el 0-1. El Villarreal se retiró a vestuarios con esa sensación de que era superior y que era cuestión de paciencia que llegara el gol. Lo mereció pero no llegó el premio a un Submarino muy competitivo.

Los dos equipos regresaron en la segunda parte al césped de San Mamés inconformistas con el 0-0 y el partido se convirtió en un cara o cruz. Mientras Fornals comenzaba a cocinar todo su fútbol y a demostrar que es uno de los futbolistas llamados a marcar una época con la Roja, el Athletic se destapaba un poco y logró que todo el mundo se acordara de que el Villarreal jugaba con portero. En apenas 30 segundos Yuri y Williams generaron más peligro que en los 54 minutos anteriores. Asenjo, el zamora de este inicio de la Liga, sacó dos manos ante los jugadores bilbaínos para mentener el rosco en el marcador del Submarino. El Villarreal, por su parte, se sintió muy cómodo porque con espacios por delante el equipo de Javier Calleja es letal.

EL GOLAZO DEL AÑO / Tras los dos aislados sustos de los de Berizzo, el técnico amarillo decidió dar descanso a Carlos acca, quien había sufrido un desgaste físico terrible en el tiempo en el que estuvo sobre el campo. Toko Ekambi llegaba fresco a un partido que se le ponía perfecto para su velocidad y condiciones físicas. Y si faltaba más talento, aparecía en escena la magia de Cazorla.

San Mamés empezó a disfrutar de un vendaval de buen fútbol… pero del Villarreal. Y a escasos 500 metros del Guggenheim, donde se exhibía una exposición itinerante de dos genios como Picasso y Van Gogh, otro Pablo pero nacido en Castellón y de apellido Fornals, marcó uno de los golazos de la temporada desde unos 45 metros, con la finura de un estilista y la potencia adecuada de un todocampista, que igual se deja la vida por un balón con una carrera de 30 metros, que se faja en el fango, se inventa un pase entre líneas o anota un golazo espectacular como el de anoche en San Mamés, que esbozo un ¡¡¡ohhh!!! de admiración. El 0-1 hacía justicia a un Villarreal que estuvo supremo en Bilbao.

Los genios de amarillo continuaba divirtiéndose y divirtiendo a los 40.000 espectadores que fueron a su majestuoso estadio a ver a su Athletic y acabaron rendidos al Villarreal, inspirado y derrochando talento. Hasta que cayó el 0-2 obra de Ramiro Funes Mori —previo suspense por la consulta de Del Cerro Grande con el VAR—, otro de los ilustres del choque. El Athletic había bajado totalmente los brazos, hundido y totalmente superado por un equipo que jugaba al fútbol como los ángeles y parecía jugar con 15 en lugar de con 11. En pleno festival llegó el 0-3 de Ekambi, quien también dispuso en sus botas del cuarto, pero el Villarreal decidió guardar pólvora para el domingo. El monstruo despertó en San Mamés. Y de qué manera. Súper Villarreal.

JUEVES

27 DE SEPTIEMBRE DEL 2018

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