Un fin de semana más, el horario del encuentro del Villarreal se convierte en uno de los puntos de atención de la jornada, después de que el pasado domingo, en el derbi ante el Valencia, varios aficionados tuvieran que ser atendidos en la grada de La Cerámica e, incluso, el defensa del Submarino Álvaro González reconociera ser uno de los afectados en el campo, al sufrir mareos y vómitos durante el descanso.

A pesar de que las altas temperaturas volverán a repetirse en el Villarreal-Valladolid, LaLiga no ha hecho movimiento para retrasar el inicio de un choque que repetirá hora de comienzo con respecto a la pasada semana, a las 16.15, con el consiguiente riesgo de lipotimias entre los aficionados que decidan acudir al estadio este domingo. Las previsiones no son halagüeñas: entre 28 y 30 grados a la hora del encuentro, con el agravante del elevadísimo nivel de humedad que provoca una sensación más asfixiante, sobre todo en zonas como el gol norte y la preferencia, donde dará el sol durante todo el partido. «Habrá que adaptarse a las altas temperaturas y hacer el mejor fútbol posible, aunque en esas condiciones el espectáculo es menor», lamentaba Calleja, para quien el calor no será una excusa: «La dificultad es para los dos equipos».

Entre la afición amarilla tampoco ha sentado bien repetir el horario del último derbi. «Entendemos las complicaciones de LaLiga para cuadrar horarios; ahora bien, en lo que no estamos de acuerdo es que nos asignen la misma hora en dos jornadas seguidas», explica el presidente de la Agrupació de Penyes, José Luis Alcón, testigo directo de las quejas de los aficionados el pasado jueves, en la visita que un miembro de LaLiga efectuó a la APV.

Consultado por Mediterráneo, el Villarreal tampoco aplicará medidas para minimizar la molestia de las altas temperaturas, como hizo LaLiga en septiembre en el Ciutat de València, donde repartió agua y viseras a los aficionados del Levante-Valencia.