Siempre habíamos tenido un buen grupo, pero no había habido la química que ha habido en este mundial, el ambiente era buenísimo y todos sabíamos a lo que íbamos, el recorrido era perfecto y la condición física buena, ha señalado Alejandro Valverde como las claves para haber podido rematar, después de seis medallas, un campeonato del mundo con victoria.

El murciano de Movistar, entre cansado y emocionado, ha ofrecido en la sede de Movistar, su equipo, el título de campeón del mundo que consiguió este domingo en Austria. Supone muchísimo, es algo increíble. Por eso esa emoción, esos chillidos y esa rabia cuando crucé la meta. Va a ser una pasada lucir el maillot, ha confesado el campeón del mundo.

La expedición al campeonato del mundo empezó con problemas, después de no poder viajar en el avión que tenían previsto. Normalmente me hubiese puesto más nervioso, pero no sé por qué, todos estábamos tranquilos, dentro del contratiempo, ha explicado un Valverde al que, según ha explicado, sentía que todo le salía rodado de cara al último gran reto de su carrera. Teníamos un gran grupo, ha reiterado.

La narración de los últimos kilómetros

Entre ovación y ovación, el flamante campeón del mundo captó la atención de todos con su relato de los últimos kilómetros de la carrera: Desde la última subida, los franceses tiraron muy fuerte para Alaphilippe. Cuando miré para atrás, quedábamos cinco nada más. Se está poniendo bien, pensé. Luego se quedó Alaphilippe, tirando sus propios compañeros. Mejor se pone. Y ya cuando estábamos casi arriba, veo que Moscon, que también es muy rápido, se queda. Medalla ya cojo, ya estoy contento. Sabía que era el más rápido y que tenía que tener a los compañeros vigilados, iba mirando y guardándome una bala. Cuando llegamos a los últimos dos kilómetros, veo que llega Dumoulin y sabía que iba a arrancar. Justo miré atrás y vi que estaba atacando y pude controlarlo. Me puse al lado derecho, cuando vi 300 metros arranqué y ya hasta el final, veía por debajo del sillín que estaban ahí pero no se terminaban de acercar, y ya sabía que ganaba. Solo pensaba a ganar, incluso estaba empezando a tener calambres, pero en ese momento, con la ilusión de tu vida delante, ni calambres ni nada, ha explicado el murciano entre los aplausos.

Valverde ha confesado que este mismo lunes ya le ha dedicado un rato a consultando el circuito de los próximos Juegos Olímpicos, en Tokio 2020, pero hace poco más de un año y medio, la situación de Valverde era muy diferente, postrado en una cama después de una durísima caída en el Tour. Pensé que ahí se acababa mi carrera deportiva. Ya en el hospital vi que podía seguir montando en bici y ser profesional, pero no al final he hecho una temporada que no me imaginaba ni en mis mejores sueños.