El Villarreal B continúa de dulce y mantiene la racha de victorias que comenzó hace dos jornadas ante el Alcoyano. Esta vez la víctima del Mini Submarino amarillo fue un Sabadell en horas bajas que apenas propuso una formación ultradefensiva con esperanzas de cazar algún balón parado o un contragolpe.

Sin embargo, fue el conjunto local el que abrió la lata con un rápido contraataque de Samu que concluyó Akale a la media hora de partido y el propio estadounidense puso el segundo diez minutos después. En el comienzo de la reanudación recortó distancias Arturo con ayuda del portero Fuoli. Un lapsus que se encargó de hacer olvidar Andrei en el minuto 62. Cerró la goleada Mario con un buen remate de cabeza en el descuento.

El partido comenzó con el guión claro, el Villarreal B controlando la posesión del esférico y el Sabadell con una formación cerrada atrás, sobre su propia área. Los amarillos tocaban el cuero con paciencia mientras el cuadro arlequinado esperaba con sus líneas compactas y un único hombre en la parcela ofensiva.

Al Mini Submarino le costaba encontrar los huecos, pero poco a poco los fue encontrando. Corría el minuto 21 cuando el norteamericano Akale cazó de chilena un balón en mitad del área que hizo intervenir en dos tiempos al arquero del conjunto catalán. Las llegadas al área visitante se hicieron más asiduas, aunque la zaga del Vallés achicaba aguas de forma más o menos solvente.

Con una medular muy dominante, con Ramón y Morlanes haciendo y deshaciendo a su gusto, el filial acaparaba unas estadísticas de posesión que sacarían los colores a muchos equipos. Los dos mediocentros se encontraron excepcionalmente cómodos: Ramón cortando, recuperando y dándola al pie y Morlanes con las tablas de un jugador que ya ha debutado en Primera y es asiduo en las categorías inferiores de la selección absoluta de España.

akale, protagonista / Paradójicamente, con todo el control de la posesión que tenía el filial amarillo, el primer gol llegó en un contragolpe. Faltaban dos minutos para la media hora cuando el cuero cayó en pies de Samu, que condujo con velocidad desde la medular hasta el borde del área rival, justo cuando asistió a la derecha donde entraba Akale y el de Mineápolis concluyó con la derecha, colocando el esférico en la base del palo. Tras el gol tuvo paciencia el Mini Submarino y tocando con mucha calidad llegó, en el minuto 38, la ocasión que tanto habían trabajado. Después de una serie de remates, rechaces y rebotes, el cuero fue a parar en la zona de acción de Akale que fusiló con su pierna diestra y firmó un doblete antes del descanso.

En la reanudación del partido el míster del Sabadell movió el banquillo para dar otro aire al equipo. Y la maniobra le salió bien a Toni Seligrat. Una jugada ensayada en saque de esquina acabó en un disparo que no blocó el arquero amarillo y el balón suelto lo cazó Arturo para meter a su equipo en el partido.

Con el acorte de distancias en el marcador el guión del encuentro se vio alterado. El Villarreal B, aturdido, comenzó a ceder terreno a un envalentonado Sabadell que buscó asentarse algo más lejos de su propia área y buscar más a sus hombres de arriba. No obstante, la pájara amarilla no duró demasiado y, con jugadores dominantes en la medular como Morlanes, Ramón o Akale y un puñal como Samu, se recondujo el juego a la mitad del terreno de juego visitante.

Antes de llegar a los diez minutos de la segunda mitad Rubén Mesa dio un aviso de que el cuadro amarillo no le iba a perder la cara a la portería rival. Sin embargo, su disparo desde larga distancia fue detenido por el portero visitante en una buena estirada hasta la base del palo izquierdo de su portería. El partido se animaba por momentos y la réplica la puso, ya pasado el cuarto de hora de la reanudación, el atacante arlequinado Capo con un potente disparo lejano que salía lamiendo el palo de la portería villarrealense. Con el partido divertido y abierto llegó la jugada que amplió la ventaja amarilla.

andrei firmó la sentencia / El luminoso marcaba el minuto 62 cuando un balón en profundidad de Samu por banda derecha fue convertido en oro por un desbordante Andrei, que se coló en el área y cruzó el cuero ante la estéril salida del portero visitante. Con el gol de la tranquilidad Miguel Álvarez, dio refresco a su equipo con la incorporación de Lomotey y Mario.

El Villarreal B se estaba gustando y, con una confianza ya afianzada con el tercer gol, siguió buscando la forma de ampliar su ventaja en el marcador. El mismo Andrei volvió a percutir por banda derecha con profundidad y calidad. Esta vez se internó en el área, recortó al defensa que le salió al paso y disparó cruzado el esférico, que salió rozando el poste del arco visitante. Por desgracia, la gran actuación del lateral derecho amarillo se vio cortada en el 74 cuando fue sustituido por Franquesa tras lesionarse.

El ataque amarillo tenía hambre de goles y siguió probando con ahínco a abrir la defensa rival. A estas alturas del partido y con el resultado adverso el juego de los catalanes ya estaba muy mermado y se limitaban a defender y pelear en su mitad del campo. Además, los nervios y la impotencia comenzaron a florecer y, a falta de cuatro minutos para el 90, su lateral izquierdo, Nico, fue expulsado por protestar.

Con clara superioridad, aumentada por jugar con un hombre más, el filial del Villarreal buscó espacios para que sus delanteros hicieran daño. En una de las últimas jugadas del encuentro, Rubén Mesa llegó hasta las inmediaciones de la línea de fondo de la banda izquierda del ataque amarillo, conectó un buen centro con la zurda que remató aún mejor el burgalés Mario con la cabeza para cerrar la goleada del Mini Submarino.

Tres puntos más que aúpan al Mini Submarino en la clasificación y lo ponen en la pelea por los puestos de play-off. Tres victorias consecutivas que fortalecen la confianza de un equipo que espanta definitivamente los fantasmas del inicio de temporada.