El regreso más esperado de José Miguel Garrido está al caer. El máximo accionista del Castellón tiene programada su vuelta a la capital de la Plana para el próximo lunes, después de unas semanas en Londres (donde tiene fijada su residencia por sus obligaciones empresariales), para la toma de decisiones de un mes, diciembre, en el que el club tiene dar un golpe de timón, cara a la segunda mitad del ejercicio, después de que el primer semestre, sobre todo en lo futbolístico, haya estado muy lejos, lejísimos, de lo inicialmente previsto.
Precisamente en el ámbito deportivo, Garrido dirigirá en persona lo que será la revolución de enero. Es decir, la reconfiguración de la plantilla que corrija las múltiples carencias de un equipo que está prácticamente cerrando el grupo III de Segunda B y que solo ha ganado un encuentro.
Efecto corrector
Inicialmente, a instancias del director deportivo, Juan Guerrero, había previsto en torno a cuatro incorporaciones de futbolistas relevantes (el club sondea el mercado de Segunda A, sin olvidar los apuros económicos de clubs punteros en la misma categoría de bronce). No obstante, las necesidades que afloran en cada partido, con problemas en defensa, la línea de creación, los extremos pero, sobre todo, el ataque, incrementarían la cifra de refuerzos. Y siempre que no sean sub-23 (hay un par de fichas libres para jugadores de estas características), está obligado a dar una baja por cada uno que llegue. Saldrán esos futbolistas que ya casi no disponen de minutos, pero habrá sorpresas, seguro, en base a rendimiento futbolístico pero también extradeportivo.
Todo ello sin olvidar a la figura de David Gutiérrez, a quien Garrido todavía sostiene, pero cuyo margen es reducidísimo, por lo que podría formar parte del golpe de timón deportivo del empresario madrileño, quien, con el grupo de inversores al que representa, está dispuesto a asumir el desembolso extra que representan todos estos cambios.
El regreso de Garrido también está encaminado a la junta general ordinaria de accionistas, que si bien aún no tiene fecha prevista ni ha sido convocada, se celebrará en torno al 10 de enero, según fuentes de la entidad.
Presupuesto ‘Top’
Una asamblea que será la primera desde el traspaso de poderes en la SAD a raíz de que el grupo de Garrido asumiera la ampliación de capital, en abril pasado. Su irrupción, así como el ascenso a Segunda B y la puesta en marcha de un proyecto ambicioso (otra cosa es que los resultados no hayan estado en consonancia a la inversión), disparará el presupuesto hasta los cerca de dos millones de euros, lo que colocará al Castellón entre los clubs top de la categoría.
