La final del sábado en Balaídos (18.30 horas) entre Celta y Villarreal no solo tendrá la emoción del resultado y de la pelea por salir de la zona baja. El duelo en suelo vigués tendrá mucho morbo en los banquillos, ya que frente a frente se verán las caras dos entrenadores que se conocen, que compartieron club y que, casualidades del destino, uno reemplazó al otro tras ser destituido. Es el caso de Fran Escribá y Javi Calleja, en estos momentos máximos responsables de la dirección de celtiñas y amarillos, pero que la pasada temporada la iniciaron uno, el valenciano, entrenando al Submarino y el otro, el madrileño, al filial groguet, siendo este último quien sustituyó en el cargo al que será su rival en Vigo.

Un novel Calleja iniciaba el pasado ejercicio 2017/18 su primera andadura en Segunda División B con el filial amarillo, al que apenas pudo disfrutar, ya que la mala marcha del primer equipo provocó la pronta destitución de Escribá —el 25 de septiembre del 2017—, tras 7 partidos (tres victorias, un empate y tres derrotas), eligiendo Fernando Roig al madrileño para tomar las riendas de un conjunto al que clasificó para la Europa League.

BUEN AÑO / Pero Calleja cumplió con las expectativas que el club había depositado en él. No en vano, el equipo reaccionó en LaLiga hasta terminar la temporada en la 5ª posición, clasificándose directamente para la fase de grupos de la Europa League. Dirigió en Liga 31 partidos y sumó 51 puntos (con 15 victorias, seis empates y 10 derrotas).

Un técnico madrileño que no tuvo suerte en su primera etapa de esta temporada, lo que le costó la destitución el diciembre pasado, tras caer precisamente con el Celta en el Estadio de la Cerámica (2-3), pero restituido, en detrimento de Luis García Plaza, desde finales de enero.

Ahora, el madrileño se verá las caras con el valenciano en una final a vida o muerte y, sin duda, con mucho morbo en la banda.

ESCRIBÁ, REALISTA / El responsable del banquillo del Celta, Fran Escribá, todavía no conoce la victoria como entrenador celeste tras caer ante el Betis y el Real Madrid. El ex del Submarino indicó ayer que si el Celta gana al conjunto amarillo, además de recortarle tres puntos le ganaría el golaveraje particular. «La importancia de este partido no nos tiene que presionar más, yo creo que nos tiene que responsabilizar», explicó.

Para Escribá, «no es un encuentro definitivo, pero sí muy importante para el futuro», reiteró el entrenador del Celta, quien admitió su «sorpresa» por el regreso de Javi Calleja al banquillo del Villarreal cincuenta días después de su destitución.

«No es algo habitual y, aunque no estoy dentro para saberlo, parece una decisión personal del presidente porque confiaba mucho en Calleja», puntualizó el valenciano, a quien le preocupan las «transiciones ofensivas» del Villarreal porque de medio campo hacia adelante tiene futbolistas «muy rápidos».

Con plantillas construidas para pelear por Europa, Celta y Villarreal encaran las últimas diez jornadas del campeonato con el miedo del descenso. Los celestes son antepenúltimos con 25 puntos, cuatro menos que el Submarino.

«Para mí es más sorprendente la situación del Villarreal en la tabla que la del Celta. Prueba de ello es que están jugando competición europea. El Celta no está hecho para pensar en evitar el descenso, pero no podemos olvidarnos de que se ha producido un cambio generacional en la plantilla, ha llegado gente joven y se han marchado jugadores importantes de los últimos años», explicó un Escribá que el sábado se enfrenta a su pasado en Balaídos.