LIVERPOOL. Estaba Anfield temblando de miedo viendo cómo la Premier se le escurría entre las manos. Temía lo peor la afición del Liverpool cuando un córner mal defendido por el Tottenham provocó el delirio. Un saque de esquina desató la locura y permitió al equipo de Klopp mantenerse como líder. Necesitó, eso sí, la ayuda de Lloris, el guardameta del Tottenham, que cometió un error infantil. El córner fue desviado en primera instancia por su defensa y en la segunda acción llegó el fallo del portero campeón del mundo con la selección francesa, que no supo hacerse con la pelota y Alderweireld marcó el 2-1 en el minuto 90. E. P.