Exciclista profesional, sigue haciendo kilómetros y kilómetros en busca de la última sorpresa para La Vuelta, del puerto, zona o rincón que sume a ese producto tan específico y atractivo de la ronda española. Especialmente en la provincia, que tanto aporta y seguirá aportando en este espectáculo mundial. Kiko García (Burriana, 1968), uno de los directores técnicos de la Vuelta, analiza la próxima edición, con dos etapas en Castellón (29 y 30 de agosto): Mora de Rubielos-Ares del Maestrat y Onda-Mas de la Costa.

-¿Cómo definiría el recorrido de este año?

--Siguiendo con la filosofía y la personalidad de la Vuelta, buscamos el factor sorpresa para el gran público, con recorridos singulares que mantengan la carrera abierta hasta la última semana gracias a etapas cortas pero atractivas: de las tres grandes [junto a Tour y Giro] volvemos a ser la que menos kilometraje acumulará.

-Mucha, muchísima montaña, como siempre, ¿no?

--Creo que tenemos un equilibrio entre repechos duros, cortos pero de mucho desnivel; con otros puertos más largos, más clásicos. Es una Vuelta muy chula.

-Solo hay que esperar que acompañen los ‘actores’...

--Si repasas la inscripción de los últimos seis o siete años, la participación siempre ha sido muy buena, con mucha gente importante viniendo a competir, a hacer una buena clasificación. Este año seguro que no será menos.

-¿Cómo cuadran los distintos intereses deportivos, publicitarios, turísticos, organizativos... para hacer un itinerario que guste y sea a la vez racional?

--Yo estoy desde el 2016 como uno de los directores técnicos de la Vuelta, junto a Fernando Escartín y Paco Giner [comenzó a trabajar en la organización en el 2000], aunque no somos los únicos que diseñamos el recorrido, hay muchísima gente trabajando durante todo el año. Javier Guillén [director de la Vuelta] pone el plato visitando a ayuntamientos, instituciones... interesados en acoger la carrera; y nosotros aportamos la salsa, que son los recorridos tratando de encajar todas las etapas, teniendo en cuenta las que enlazan, que el kilometraje no sea excesivo, que no haya mucho traslado para los ciclistas, cómo son las salidas y las metas...

-¿Qué papel tiene asignado Castellón a la Vuelta?

--El primer contacto es con la Diputación, que es la que nos indican que quiere llevar la carrera a toda la provincia, que quiere enseñar el territorio al completo. Este año mostraremos la zona norte, de ahí la llegada a Ares, que va a ser muy bonita; y luego la etapa del día siguiente en Mas de la Costa, aunque con los primeros kilómetros, después de salir de Onda, cerca del mar.

-¿Qué puede seguir la provincia aportando a la carrera?

--Castellón podría hacer sola las 21 etapas de la Vuelta. Tenemos un recorrido montañoso, más llano, de sube y baja... Este año la gran novedad es Ares, no solo por la llegada al pueblo, sino por los paisajes que tan bien los muestra la realización. Y ojo con la etapa de Mas de la Costa, con el puerto que se sube antes: el Salto del Caballo. No es muy duro, pero será una sorpresa, con un recorrido espectacular, un paisaje precioso, una carretera muy técnica... La gente que luche por la carrera, deberá estar bien posicionada, habrá tensión... Yo recomiendo a los equipos que vengan a conocerlo antes, si no quieren llevarse una sorpresa... Además, antes se pasa por la Serra d’Espadà, de la que estoy enamorado y que quiero que la gente conozca.