Derrota sin paliativos del Villarreal B en su visita al feudo del Espanyol B. A pesar del buen arranque de partido, tras el gol del empate del equipo local la escuadra grogueta pasó a ser dominada y a estar muy incómoda en el terreno de juego. También fue un duro golpe encajar el 2-1 nada más empezar el segundo tiempo. Se intentó, pero no se pudo reconducir la situación y se encajó la segunda derrota lejos del Mini.

Son seis jornadas seguidas sin ganar (cuatro derrotas y dos empates), y eso relega al conjunto vila-realense hasta la undécima posición en la clasificación. La cuarta plaza, que marca los puestos de play-off, se aleja hasta los cinco puntos. De ahí que hace falta un cambio a esta mala dinámica. Como bien reconoce su entrenador, se tiene que mejorar el rendimiento en las dos áreas.

Muchas novedades / Casi medio equipo cambió el técnico Miguel Álvarez respecto al once de la jornada anterior contra el Olot, donde se empató a uno. Recuperaron plaza en la formación inicial el portero Diego Fuoli, el lateral Andrei Florin, los mediocentros Sergio Lozano y Fran Álvarez y el delantero Álex Millán. Se quedaron en el banquillo Josele Martínez, Edu Adell, Iván Morante, Iván Martín y Edu Espiau.

El partido arrancó con mucha intensidad por parte de los dos equipos. Los locales intentaron imponer su ley. Apretaron de lo lindo ante un filial amarillo que tuvo la posesión del balón, lo movió cuando le dejó el rival, y cuando estuvo en su poder se encontró más cómodo sobre el césped. Las áreas se merodearon con frecuencia, pero de ocasiones claras no se vieron muchas.

Ventaja amarilla / El Villarreal B golpeó primero con un trallazo desde la frontal del área a cargo del mediocentro alicantino Fran Álvarez. El esférico besó las mallas de la portería defendida por Adri López. Y es que el equipo de Miguel Álvarez empezó mejor. O mejor dicho, fue mejorando. Hasta mereció un segundo tanto por méritos acumulados. Pero esa segunda diana no llegó.

El filial perico, que poco a poco se fue metiendo de lleno en el control del partido, empató en el minuto 37 por mediación del central Iago Indias, y a partir de ahí lo pasó mal la escuadra vila-realense. Ese gol hizo mucho daño y hasta el pitido final de la primera parte lo pasó mal.

Y la segunda parte no pudo arrancar peor para los intereses del Villarreal B porque a los cinco minutos el extremo zurdo Moha Ezzarfani logró perforar la portería Diego Fuoli. La cosa empezó a pintar muy mal con ese 2-1. Y pese a los cambios que introdujo el técnico Miguel Álvarez, la cosa no mejoró. El equipo siguió falto de ideas, de recursos. El 3-1 fue la culminación a un mala tarde en tierras barcelonesas.