Roberto Bautista (Benlloch, 1988) jugó dos partidos. Volvió a casa a despedirse de su padre, moribundo, y del entierro cogió el coche y regresó para ver el pase a una final que se animó a jugar el domingo. Lo que sucedió después es pura épica.

-¿Lleva la cuenta de las notificaciones que ha recibido en el móvil desde que ganaron la Copa Davis?

-Muchísimas, no sabría decir, tengo el teléfono echando humo, más de 250 habrán llegado...

-Es su primer título de Copa Davis, la sexta para España, pero qué cumulo de sensaciones, con el fallecimiento de su padre, volver y jugar la final?

-La verdad es que ha sido una semana muy complicada en lo personal y emocional, por suerte ha salido todo muy bien, todos pusimos todo de nuestra parte, yo y el resto de compañeros para que saliera una Copa Davis increíble, y por todo el esfuerzo y toda la lucha mostrada cada día, creo que merecíamos esta Davis.

-Dijo que su padre le hubiera dado un tirón de orejas si no hubiera vuelto...

-Lo dije cariñosamente. Dije que mi padre no quería que me hubiese perdido una oportunidad así, de estar luchando por una Copa Davis, y su voluntad era lo que yo quería, estar en una final de Copa Davis, tanto si jugaba como si tenía que apoyar desde el banquillo, y por suerte después de todas las circunstancias que pasaron pude jugar la final.

-¿Cómo decide volver a Madrid, y jugar? ¿Fue iniciativa suya, de Bruguera?

-El sábado a las 12 de la mañana enterramos a mi padre, y un minuto después ya estaba en el coche camino de Madrid. Me había hecho las maletas por si acaso, íbamos en el coche cargados. El capitán cuando paramos a comer a una hora de Madrid, llama a mi entrenador, le dice que traiga las raquetas por si acaso porque Carreño y Granollers están un poco tocados. Y yo le digo que estoy a una hora, él no sabía que estaba llegando, y que por supuesto llevaba todo en el coche. Tenemos la suerte de que Feli y Rafa tienen un gran día jugando individual y dobles y sacan la semifinal adelante contra Inglaterra en una eliminatoria muy complicada con un doble tiebreak. El sábado ya al llegar me fui a la pista después de la presentación a entrenar 30-40 minutos, y tenía ganas la verdad, de pasar la eliminatoria y tener oportunidad de jugar la final. Feli estaba muy cansado, yo me veía bien y motivado y con ganas de vivir una final de Copa Davis en España, en Madrid, y con todo el equipo.

-El hecho es que habéis jugado todos, los cinco. ¿Ha sido clave dosificar minutos?

-España ha sido el equipo que más minutos ha repartido entre todos los componentes del equipo. Cada uno hemos aportado nuestro granito de arena para conseguir el título. Yo no hubiese podido jugar la final que jugué sin haber jugado los dos partidos los días antes. No había podido entrenar después, prácticamente muy poquito el sábado. Pero el haber hecho dos partidos muy buenos martes y miércoles me dio la confianza y el feeling de la pista y las sensaciones de poder jugar bien el día de la final.

-Rafa Nadal dijo que esta Copa Davis es de Roberto Bautista y que nunca olvidará la lección de vida que le ha dado...

-Durante una semana pasan muchas cosas y es muy difícil que salga todo cuadrado. Pero l que ha hecho Rafa esta semana ha sido increíble, jugando individual y dobles, muchas veces bajo presión, perdiendo el primer servicio. Ha sido un trabajo increíble. La verdad es que estar con él en el vestuario y compartir equipo con él es muy bueno para todos. Se sacan muchas cosas positivas estando cerca de él. Me siento muy orgulloso de poder compartir esta semana con él y con el resto del equipo, una semana increíble.

-Ha ganado este año en Doha y en la Copa Davis, segunda vez como reserva en el Masters de Londres, top-9 mundial...

-Ha sido un año muy bueno, muy positivo, y acabar ganando la Copa Davis ha sido el broche de oro. Mi objetivo era pasar la barrera de los octavos de final en Grand Slam, y este año he conseguido dos veces cuartos de final, en Australia y semifinal en Wimbledon, han sido los mejores resultados de Grand Slam de mi carrera. Solo puedo estar que contento por cómo ha sido la temporada.

-Nadal ha avisado sobre la urgencia de un relevo generacional. ¿A quién destaca entre los valencianos que vienen detrás?

-Ahora mismo a Carlos Taberner, Carlos Gimeno, Pedro Martínez... No quiero dejarme a nadie, pero hay jugadores con mucha calidad y nivel de juego suficiente para poder estar bien arriba. El tenis es un deporte muy complicado en el que hay espacio para muy pocos, y la gente que está arriba realmente se lo ha ganado, y los que vienen por debajo tienen que apretar mucho, el doble, para aspirar a subir.

-¿Con su boda este sábado le va a dar tiempo de irse de vacaciones este mes de diciembre?

-No hay un mes de vacaciones. Tengo este sábado que me caso, y luego tres semanas de entrenamiento en casa y una en Australia, que ya empezamos la temporada. Esto no da tregua. El haber alargado tanto el año con la Copa Davis hace que prácticamente se fusionen las temporadas.

-¿Ni luna de miel?

-Teníamos planificado estar en casa por estar con mi padre y no habíamos planificado nada, y de momento solo tengo ganas de estar en casa.