Miguel Álvarez, entrenador del Villarreal B, señaló que «cuando todo parecía el caos (en relación a las bajas de Sofian Chakla --promocionado al primer equipo-- y Ramón Bueno --lesión de gravedad--), es cuando ha llegado lo mejor». A pesar de los contratiempos su equipo ha respondido muy bien, pues suma siete jornadas sin perder, con cinco triunfos en los cinco últimos encuentros. «En el fútbol nadie sabe lo qué va a venir. Trabajando, al final llegan los frutos. Lo que le das al fútbol, el fútbol te lo devuelve», reflexionó en sala de prensa el preparador del filial amarillo ayer.

Con los últimos registros que han aupado al filial hasta la segunda plaza, a dos puntos del líder, el Sabadell, Álvarez dijo estar «contento» por esos números y dispuesto a «luchar para que esto dure». A la vuelta de la esquina está el partido contra el Ebro en la capital aragonesa, mañana a las 12.00 horas. «Como todos los enfrentamientos, este será duro y complicado», aventuró.

Álvarez espera que ante el Ebro sus jugadores mantengan la actitud de anteriores jornadas. «Veo a los chicos obsesionados por robar el balón cuando lo tiene el rival, jugando con verticalidad; somos un equipo al que le gusta tener la posesión y de hacer correr al contrario», analizó el técnico, que afronta la visita al Ebro sin los lesionados Simón, Bueno y Ramiro, a los que se suma el central Carlos Blanco, sancionado. Se podría producir el debut del defensa Javi Fernández, fichado en enero procedente del Oviedo.