La decisión de presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por parte del CD Castellón ha sorprendido al mundo del deporte, no por el hecho en sí, sino por la forma de proteger los derechos de sus jugadores y empleados adoptada por su presidente. El club albinegro no ha sido el primero en aplicar este mecanismo que permite la ley laboral en situaciones de dificultad, delimitadas por la temporalidad, para no despedir a sus empleados y poder recuperar su contratación cuando los problemas se hayan solventado.

En Segunda B, clubs como el Sanluqueño o La Balona fueron los precursores, aunque se espera que los ERTES vayan cayendo en cascada en una gran parte del deporte profesional, a pesar de que los clubs de fútbol de Primera y Segunda vayan de la mano y aún no hayan movido ficha al respecto a la espera de una Comisión Delegada de LaLiga este lunes 23 de marzo. Pero el Castellón ha sido el único en manifestar que cumplirá con todos los compromisos pactados y aportará la diferencia existente entre el subsidio de desempleo y los contratos. La medida puede costarle al presidente alrededor de 100.000 euros por cada mes que dure la crisis del coronavirus.

La decisión de Montesinos ha motivado muchas incógnitas que el presidente se ha encargado de desvelar atendiendo a las preguntas que están en boca del aficionado y a las que responde a través de Mediterráneo. La primera y fundamental, cómo las arcas de una entidad que tiene grandes problemas económicos podrán hacer frente a una medida de este calado para complementar los salarios a partir del dinero que pague el Estado por la condición temporal de parados de los 48 empleados del club.

«El Castellón no puede hacer frente a este gasto extra en estos momentos porque no posee capacidad económica para ello y será el presidente el que tendrá que hacerse cargo de abonar las diferencias, porque no existe otra posibilidad», explica el máximo mandatario y accionista del club con más del 90 por ciento del accionariado.

A continuación desvela por qué el Consejo se vio obligado a adoptar esa decisión: «No hacerlo hubiera sido irresponsable por nuestra parte, porque el ERTE es la única salida que nos quedaba para que la viabilidad del Castellón no peligrara». En ese sentido, en la provincia ya se han presentado 993 ERTES que afectan a 5.401 trabajadores. Una situación muy complica para los jugadores y empleados, que Montesinos asegura haber valorado más que el aspecto económico que implica la asunción de la presentación de los expedientes.

«El país está atravesando momentos muy duros en los que el confinamiento en los hogares acrecenta todavía más los problemas y la incertidumbre que puede existir por este tipo de expedientes, que afectan a sus salarios y a los compromisos que puedan tener todos ellos con sus familias y sus pagos, por ello valoramos prioritariamente el aspecto psicológico y la tranquilidad de ellos», añade.

«El Castellón tiene un delicada salud económica, además de que los clubs de 2ª B son deficitarios. Peleamos por mejorarla, por ello ha sido una decisión valiente y muy difícil, porque lo sencillo era presentar el ERTE y ahorrar dinero, pero hay que pensar en los jugadores y sus familias», apostilla.

Y, ¿cuánto va a costar esta medida generosa de complementar las nóminas? «Sí es un esfuerzo adicional y sé que tendré que hacer otro añadido, pero yo no cogí el club para servirme de él. No es un momento de hablar de déficit, sino de superávit humano y emocional para jugadores y empleados. El Castellón no les va a dejar solos», asevera, al tiempo que expresa su intención de ser ágiles y poder pagar a los afectados conjuntamente con el subsidio de desempleo.