La situación económica del Barça es muy complicada, agravada por la crisis del coronavirus, la paralización de LaLiga y el freno a los ingresos correspondientes. De esa forma, la directiva azulgrana tuvo el pasado viernes una reunión para abordar los efectos económicos para el club, derivados de la pandemia por el covid-19. La suspensión de LaLiga y de la Champions ha provocado una delicada situación que requería medidas urgentes ante la evidencia de que no se podrá cubrir el presupuesto.

Una de ellas es que la primera plantilla se rebaje el sueldo, porque los ingresos no van a dar para pagar sus fichas. El pasado fin de semana se iniciaron los contactos con los capitanes y se sondeó la posibilidad de que renunciaran a un porcentaje de sus ganancias. La predisposición por parte de la plantilla fue buena, entendiendo que el momento requiere medidas y soluciones especiales. Sin embargo, la primera propuesta que les lanzó el club no convenció a los jugadores. En este momento las distancias entre las dos partes son notables.

El Barcelona es el primer club que ha anunciado su intención de recortar los sueldos, mientras LaLiga trabaja a fondo para encontrar una solución al tema financiero.