El CD Castellón pretende evitar errores del pasado y, al contrario que en el anterior ascenso, mantendrá una base importante de la actual plantilla. «Alrededor del 70% de los futbolistas que tienen contrato continuarán la próxima temporada», afirma Óscar Cano, entrenador del equipo albinegro y hombre de peso en la dirección deportiva.

En la memoria de los aficionados aún está fresca la limpieza que se realizó tras el ascenso a Segunda B del año 2018. El antiguo director deportivo, Juan Guerrero, cogió el teléfono y anunció una retahíla de bajas. Solo sobrevivieron el mediocentro Marc Castells y el delantero David Cubillas. A la primera jornada llegó también el carrilero zurdo Juanjo Gracia, pero fue descartado al final de agosto. El equipo empezó prácticamente de cero, primero con Sergi Escobar, rápidamente destituido, y después con David Gutiérrez, que aguantó hasta diciembre, cuando llegó Óscar Cano. El Castellón malvivió durante toda la temporada en la zona baja de descenso, y se salvó en el último segundo de la última jornada, dependiendo de otros resultados.

Ahora, con el salto de Segunda B a Segunda A, la intención del club es distinta. El Castellón apuesta por mantener la base e ir reforzando al equipo progresivamente en cada una de las ventanas del mercado de fichajes. Contrato para la próxima temporada, y en algunos casos hasta 2022, tienen hombres tan importantes en los esquemas de Óscar Cano como Álvaro Campos, Carles Salvador, Rubén Díez, César Díaz, Juanto Ortuño, Jorge Fernández, Eneko Satrústegui, Adrián Lapeña, Rafa Gálvez y Joseba Muguruza. A ellos hay que unir a miembros de la primera plantilla como Iñigo Muñoz, Alfredo Gutiérrez, Pablo Roig y David Cubillas, al lesionado de larga duración Paco Regalón y a los jóvenes Bilal Kandoussi, Álex Ligero y Jorge Veintimilla. Por último, hay dos cedidos que vuelven con un año más de contrato: el defensa Carlos Delgado, que cuenta para el club, y el delantero Jairo Cárcaba, que tendrá más difícil seguir.

Novedades / A ellos se unen las primeras incorporaciones: el centrocampista Jesús Carrillo, fichado esta misma semana, y el delantero Josh Pérez, contratado antes de la promoción de ascenso, y con muchas posibilidades de continuar en la próxima plantilla.

Por contra, acaban contrato cuatro futbolistas de la plantilla del ascenso. El portero suplente Jesús López, el carrilero Víctor García, el extremo Javi Serra y el mediocentro Marc Castells. Estos dos últimos lograron su segundo ascenso, con un rol menor al aportado en el anterior a Segunda B. Finaliza asimismo la cesión de los centrocampistas Kako y Carro, y del delantero Raúl Alcaina.

Halagos a Carrillo / Con estos mimbres prepara la dirección deportiva la próxima plantilla, conscientes, como apunta Cano, de que el mercado del Castellón en Segunda «es muy reducido». Cabe recordar que los albinegros contarán con uno de los presupuestos más modestos de la categoría, a tenor del reparto de los derechos televisivos. Además, la excepcionalidad de la temporada, con el parón por el coronavirus, y la incertidumbre de la categoría en la que iba a militar el club, añade dificultad al cometido. Cano enmarca en este paisaje el fichaje del centrocampista ofensivo Jesús Carrillo. «Trabajamos con antelación pensando en dos escenarios posibles, ascenso o no ascenso, y Carrillo es un futbolista que creemos que tienen nivel suficiente para competir en Segunda A, y que hubiese sido top en Segunda B», explica el entrenador albinegro. «En el Melilla ha llamado la atención, tiene mucho desequilibrio», añade.

Con el salto al fútbol profesional, el Castellón gana margen de acción. «Con 25 fichas en la plantilla nos podemos permitir este tipo de apuestas de futbolistas con proyección, hay sitio para todos», asegura el técnico granadino.