Cuando restan apenas dos semanas para poner fin al aciago 2020, el mundo del Dakar ya cuenta las horas para volver a competir en la prueba más espectacular del automovilismo. Las dunas del desierto esperan a partir del próximo 3 de enero, en la que será la edición más atípica por el protocolo sanitario que deberán seguir tanto pilotos como componentes de staff por la pandemia del coronavirus.

Como cada año, cuando se aproxima el inicio del Rally Dakar, todas las miradas se centran en la figura de Joan Barreda Bort (Torreblanca, 11 de agosto de 1983). Por destreza, velocidad, atrevimiento e ilusión nadie gana al torreblanquino, quien, temporada tras temporada, parte como uno de los favoritos a alzarse con el título en la categoría de motos.

Además, este año lo hace con un añadido. Y es que Barreda es el piloto en activo con mayor número de victorias de etapa (24), por lo que parte con esa dosis de experiencia tan necesaria en una carrera tan larga y exigente como el Dakar. A buen seguro que la veteranía que acarrea a sus espaldas le servirá para afrontar los malos momentos durante la competición, puesto que todos los pilotos atraviesan situaciones difíciles en algún instante de la prueba.

Sin ir más lejos, Barreda ha tenido que vivir momentos muy complicados, sobre todo, en los inicios de Dakar en temporadas atrás. En 2018 y 2019 se vio obligado a abandonar tras sufrir varias caídas, mientras que la pasada edición, en la cuarta etapa, perdió más de 17 minutos y descendió hasta la séptima posición de la clasificación general a más de 25 minutos del líder cuando había realizado un buen estreno.

Todo ello, deberá servirle este año para no cometer errores del pasado y conseguir por fin la ansiada corona en la cuadragésima tercera edición de la carrera. Cabe recordar que en las once presencias anteriores, el mejor resultado fue el conseguido el pasado año, cuando finalizó en séptima posición en un Dakar que pasó a la historia por ser el primero en el que una Honda logró llevarse la victoria. Curiosamente, la de su compañero de equipo, Ricky Brabec, que se erigió como el primer estadounidense en ganar un Dakar.

Como consecuencia de ello, la escudería japonesa ha podido mantener la estructura con sus cuatro pilotos (Ricky Brabec, Joan Barreda, Kevin Benavides y Nacho Cornejo) y apunta a ser el rival a batir a partir del mes de enero.

Recuperado de sus lesiones

Respecto a cómo ha afectado la pandemia del coronavirus en cuanto a la preparación para una competición tan exigente, Joan Barreda explicó que «ha sido un año difícil porque con el covid-19 no ha sido normal para nadie. Pero el punto positivo es que he podido recuperarme de mis lesiones y eso es bueno para llegar con la confianza y el nivel físico que te exige el Dakar», reconoció el torreblanquino.

Por su parte, su compañero de equipo y uno de los adversarios que tendrá sobre el desierto, Ricky Brabec, manifestó que «estamos en una muy buena posición. Ya el año pasado la moto me permitió ir muy fuerte todos los días y de cara a este no creo que nadie haya podido hacer grandes cambios», reflexionó el flamante número 1 del Dakar sobre la competencia que habrá en la escudería.

Asimismo, uno de los grandes artífices de que el equipo nipón haya podido confeccionar una moto competitiva y de que Barreda tenga opciones reales de conseguir la victoria, el General Manager del Monster Energy Honda Team, Ruben Faria, apuntó que «tenemos cuatro pilotos con mucha experiencia y capaces de alcanzar el triunfo final», finalizó.