El 2020 se despide en apenas un par de días. Un año marcado por los efectos derivados de la pandemia del coronavirus. El covid-19 ha cambiado el contexto y el día a día de los deportistas en la provincia de Castellón, en especial durante el confinamiento de la pasada primavera, cuando las futbolistas debieron seguir ejercitándose en solitario por si volvía la competición. Solo regresó para un equipo, el Joventut Almassora. Un año que nunca olvidarán en la entidad, pues tras una gran temporada, el primer equipo femenino pudo disputar y disfrutar de una promoción de ascenso que saldó con éxito. La persistencia en tiempos de coronavirus tuvo su premio con el desembarco en la Reto Iberdrola. En el debut en la categoría, el Joventut está causando una grata impresión.

No volvió a competir el Villarreal tras el aplazamiento de la liga en la segunda categoría femenina, aunque hasta el día del aplazamiento el equipo de Sara Monforte ofreció buenas sensación y siempre se mantuvo en la zona alta de la tabla. Unas sensaciones que ha terminado de consolidar en la primera vuelta de la presente campaña, pues el Submarino es líder aplastante de su grupo y aspira seriamente a subir a Primera División.

No pudo celebrarlo sobre el terreno de juego, pero también ascendió de categoría el Villarreal C, que en dos años ha pasado de jugar en Segunda Regional, en su redebut en la competición, a hacerlo en Liga Autonómica, con los mejores equipos de la Comunitat Valenciana. El buen trabajo en las categorías inferiores del club amarillo está dando sus frutos, tanto a nivel competitivo como formativo. El ascenso al segundo filial groguet ha propiciado que, un lustro después, vuelva a haber hasta tres equipos en Autonómica, pues Onda y Alqueries, ya consolidados, son otros de los animadores de la categoría. Y la próxima campaña podrían ser más, puesto que el filial del Joventut, segundo en su grupo, también ambiciona el ascenso.

Pero en tiempos de crisis, tan importante es conseguir un éxito como apostar por un proyecto y desarrollarlo con eficiencia. Y es que hasta cuatro clubs han apostado por el fútbol femenino en pleno año de pandemia. Uno de ellos vuelve a hacerlo dos años después, como el Benicató; mientras que Castellón, San Lorenzo y La Magdalena han lanzado sus conjuntos séniores.