El entrañable maestro de periodistas Chencho aludía siempre al honor y a la importancia de ser presidente del CD Castellón, un cargo que otorgaba un peso considerable en la sociedad de la capital de la Plana equiparable al de cualquier autoridad de la ciudad. Vicente Montesinos Contreras (Castelló, 1 de noviembre de 1971) ha recuperado el linaje del puesto, mancillado por recientes ocupantes del palco de Castalia. Lo siente en primera persona cuando se sienta en una terraza de una cafetería, acude a un restaurante o pasea con sus hijos por la ciudad. Siempre recibe una cariñosa muestra de agradecimiento.

Tranquilo en apariencia, nervioso en la profundidad, compartiendo su estrés emocional con el tabaco, lo que ayuda a mitigar su apretada agenda diaria en la que vive inmerso en una lucha constante por sacar adelante sus retos. Cuatroochenta, una compañía especializada en soluciones tech, y el Castellón son sus dos amores platónicos, aunque sea el segundo quien le ha puesto, según él, unas cuantas arrugas de más en su cara después de tres años intensos, en los que ha vivido dos agónicos ascensos, una no menos sufrida permanencia y un agitado regreso de los albinegros a Segunda A.

En su techo mental, después de haber sacado del fútbol de bocadillo de tortilla al Castellón para instalarlo en el profesionalismo, y de haberlo convertido en uno de los clubs más saneados de LaLiga, es llegar al centenario del 2022 con una entidad asentada y que mire al futuro sin incertidumbre. Montesinos analiza para Mediterráneo las grandes áreas de la sociedad: económica, deportiva, social e institucional. Aún sigue siendo el Gary Cooper de Solo ante el peligro, en el papel de vaquero albinegro.

Me cuentan que se siente raro en el palco de Castalia. Que no lleva bien esto de la pandemia y el fútbol sin público.

No te han engañado. No me encuentro a gusto, me falta algo. El fútbol, sin la gente, pierde su encanto. Siempre pienso que el Castellón tendría algunos puntos más con Castalia rugiendo, pero es igual para casi todos. Eso sí, sufro igual o más que antes.

Lo de ser presidente de un club lleva implícito el sufrimiento, aunque si es del CD Castellón, un poco más. Le espera una segunda vuelta durilla, ¿verdad?

Yo tenía claro que iba a ser así. Acabamos de llegar al fútbol profesional después de muchos años en Tercera División, el fútbol de bocadillo que mencionabas, y estaba cantando que teníamos que pasarlo mal, pero estamos vivos y cada día observo al equipo mejor. Ya verás como nos salvamos y lo celebraremos como un ascenso.

Si no recuerdo mal, usted solo ha echado a un entrenador [Frank Castelló] y todavía le manda felicitaciones de Navidad.

Sí, así es (jajaja). Me gusta tener buena relación con la gente y confiar en ella. Con los entrenadores, igual. Por ejemplo, mi relación con Sergi Escobar es excepcional.

¿Se puede presumir de no haber echado a un entrenador después de perder seis partidos seguidos?

Pues no lo sé si se puede o no, pero yo, porque lo dice por Cano, valoro su trabajo, su trayectoria, lo que ha hecho por el club... No me centro en resultados puntuales. Cano va a mantener al equipo en 2ª A. En el Castellón somos diferentes en todo, también en confiar en el técnico, a pesar de que casi la mitad de entrenadores de la categoría han sido destituidos.

Todo el mundo me dice que se lo pregunte. ¿Se reforzará el Castellón en este mercado de invierno?

Pues les dices, cuando te lo pregunten, que estamos trabajando en ello, aunque estamos muy limitados por el fair play financiero que impone LaLiga y con cuyo control me identifico. Primero tendrán que salir aquellos jugadores con los que no cuenta el entrenador. Pero, sí, trabajamos en ello, no estamos parados.

¿Todavía le dura el enfado del partido de Oviedo?

Ya pasó, pero sí, aquel día tocamos fondo [4-0]. Yo tuve una conversación normal con ellos [los jugadores], sin aspavientos, pero muy clara. Creo que el mensaje les llegó. No tengo quejas de la actitud del equipo. Con un poco más de fortuna, llevaríamos seis puntos más que no nos librarían de sufrir, pero nos aliviarían.

Ya nos ha contado cómo está el Castellón deportivamente. ¿Y en lo económico?

En lo económico no diré que mejor, pero sí muy bien. Tenemos una deuda global de tres millones, la mitad corresponde a la deuda concursal, que tengo ganas de liquidar pronto. Somos de los clubs más saneados de LaLiga.

El Castellón está más vivo que nunca...

Sí, y generando negocio. Ya contamos con un presupuesto de cerca de ocho millones; hemos llevado cinco millones a las arcas del Estado entre Hacienda y Seguridad Social… Sí, estamos vivos.

Y lo ha hecho todo con muy pocos compañeros de viaje...

Bueno, hemos recibido la colaboración de muchas empresas pequeñas y medianas, pero es cierto que me he sentido y me siento solo. En otras ciudades o capitales el club recibe toda la colaboración posible de las instituciones. En Castellón lo echamos de menos y, con ello, partes en desventaja.

Al final firmó el convenio de cesión del estadio…

Quiero reiterar mi agradecimiento a la alcaldesa, porque entendió que era urgente y en solo 24 horas firmamos un convenio suficiente por cuatro años. Es cierto que, con un acuerdo a más tiempo, la ampliación de capital obligada por LaLiga hubiera sido menor de cinco millones, que son muchos, demasiados. En otras ciudades, cercanas, con mucho más potencial económico, la cesión es por 25 años. Tengo un compromiso firme de la alcaldesa y confío que en el 2021 lo afrontemos.

Una de sus obsesiones es el acondicionamiento de Castalia para el centenario, ¿no?

Es una necesidad no solo para el club, sino para la ciudad. Presentamos al Ayuntamiento un proyecto de cómo podría quedar. Se ha quedado ya antiguo.

¿Y cómo está el proyecto de la ciudad deportiva?

Es vital para el club. Queremos perfilarlo en el próximo semestre y nos gustaría que una primera fase estuviera terminada para el centenario. Necesitamos la colaboración municipal e institucional, que otros clubs han tenido, porque sin ella será complicado. Hay muchas fórmulas que no son de desembolsar dinero y que pueden ayudar al Castellón. Hemos demostrado que somos gente que ha venido al club para ayudarle y trabajar por él. Necesitamos una superficie de 100.000 metros cuadrados para el proyecto, porque queremos tener campos suficientes, una residencia y las oficinas. Incluso, se podría hacer una pista de running por el perímetro. Cuando pase la situación pandémica queremos hacer una presentación conjunta del proyecto, que marcará un antes y un después.

Los grandes equipos del Castellón siempre contaban con una gran base de la cantera. ¿Nota esa falta en el actual?

Hemos fichado gente joven de la cantera de otros grandes clubs, como Guillem Jaume, Álvaro Fidalgo o Iago Indias, que vienen del Barcelona, Real Madrid y Espanyol. Y trabajamos a fondo con la base, pero de donde venimos, que era un solar, todavía faltan dos o tres años para que salgan buenos jugadores, que ya los tenemos.

También están trabajando en un hogar albinegro para la cantera.

Sí, la Fundació Albinegra lo tiene ultimado. Una residencia en el centro de la ciudad para alojar a 12 chicos. No paramos.

Pero, mientras tanto, siguen entrenando donde pueden, tanto el primer equipo como la base...

Estamos muy agradecidos a Marina d’Or, que nos deja sus campos a cambio del mantenimiento, pero tenemos un problema grave, que es que debemos irnos a 20 kilómetros a entrenar. Lo intentamos con la Ciudad Deportiva Facsa, pero ni pagando un alquiler nos dejaron entrenar por problemas de antaño de los que no somos responsables.

¿Han mejorado sus relaciones con el Ayuntamiento?

Por mi parte nunca han sido malas y considero que hay una buena sintonía, pero el club necesita mucha más colaboración institucional, como sucede en otras ciudades. Tenemos una masa social de 14.000 abonados, pero son muchos más los que siente al CD Castellón tan suyo como lo es el Fadrí o la Lledonera. Y nos sentimos, muchas veces, demasiado solos.

¿Está preparado para cubrir esa ampliación de capital de cinco millones que obliga LaLiga? ¿Cuánto dinero le ha costado el club ya desde que entró en 2017?

Nos ha costado mucho dinero. Con esa nueva ampliación de capital, el Castellón volverá a estar en números azules después de mucho tiempo. El esfuerzo económico ha sido muy grande.

¿Es un orgullo ser presidente del Castellón en el centenario?

Ser presidente del Castellón es un orgullo y una gran responsabilidad. Estamos preparando el centenario con cariño, porque creemos que es un acontecimiento para la capital. Y queremos que el club llegue fuerte y preparado. Incluso estoy comprando detalles y cosas para inaugurar un museo. Tenemos mucha ilusión.

Pues Pam, pam, orellut!

Lo voy a seguir haciendo. El Castellón es parte de nuestra historia y lo será en el futuro. Pam, pam, orellut! con más fuerza que nunca.