Copa (del Rey) con hielo este martes para el Villarreal en Zamora (19.00 horas, Dazn). Unai Emery fiará la clasificación para la tercera ronda a un equipo similar al que avasalló a otro equipo de Segunda B como el Leoia (0-6), con la actualización del nutrido parte de lesionados y la titularidad de Étienne Capoue, a la espera de recibir el visto bueno burocrático.

Alfonso Pedraza y Raúl Albiol (al igual que Take Kubo, aunque el japonés por motivos bien distintos) se ahorrarán el frío meseteño: el partido (eliminatoria a 90 o 120 minutos, con penaltis como última instancia) en el estadio Ruta de la Plata (será con público, 2.018 espectadores sobre un aforo de casi 8.000, sensación que el Submarino no vive desde antes del estallido del coronavirus), con temperaturas previstas bajo cero, después de que ya haya helado las últimas noches en la localidad castellana.

Aun sin Alberto Moreno, Vicente Iborra, Mario Gaspar, Francis Coquelin ni Paco Alcácer, Emery está en disposición de sacar un once totalmente distinto respecto al del encuentro del sábado contra el Levante en La Cerámica, teniendo en cuenta que solo transcurrirán 72 horas entre el final del duelo copero y la siguiente jornada en Primera, el viernes en Balaídos. Gracias, sobre todo, a la aportación de los canteranos.

Oportunidad de ver desde ya Capoué, pero también para algunas pruebas, como, en el supuesto de que Rubén Peña tenga descanso, quién será el forzoso lateral derecho (Juan Foyth o Sofian Chakla). Gero Rulli, Ramiro Funes Mori, Álex Baena o Carlos Bacca estarán en el once, con otras incógnitas residen por resolver: ¿tendrá Dani Raba más minutos tras su titularidad en Leoia?

LA PERSPECTIVA DEL ENTRENADOR

«El Villarreal, por capacidad y por lo que supone poder aspirar a un posible título, debe afrontarla [Copa del Rey] al máximo», subrayó Emery. «Es una competición de sorpresas y las habrá, seguro», contextualizó. «Yo las he sufrido», recordó. «Es una competición bonita y traicionera, por eso debes estar muy centrado en todo el partido», pidió. «Queremos aspirar a llegar lo más lejos, por lo que así lo exigimos a los jugadores y nos exigimos a nosotros», añadió.

«La idea es alinear un once competitivo ante un equipo de Segunda B que está quinto en su grupo», ahondó. «Para ellos es una gran oportunidad de tener una mayor dimensión y reconocimiento al club, al técnico y a sus jugadores», expresó del rival.

EL RIVAL

El Zamora, aunque terminó el 2020 con varios tocados, ha retornado al trabajo con la solitaria baja del central Asiel Mateo, lesionado desde el verano. El mensaje que envía el equipo dirigido por David Movilla es que sacará un once muy parecido al de cualquiera de los partidos que ha disputado en el grupo I-A de Segunda B, sin traicionarse a sí mismo con un planteamiento conservador.