El año 2021 comienza con grandes expectativas e ilusiones para los diferentes equipos femeninos de la provincia de Castellón. El trabajo de todo un año, en una temporada complicada por el contexto marcado por la evolución de la pandemia del coronavirus, culminará al final de una campaña apasionante.

El Villarreal tiene ante sí un reto, una meta lejana hace unos años, pero que actualmente es más real que nunca. El Submarino busca el ascenso a Primera División y, de conseguirlo, sería la primera ocasión en la que un equipo de la provincia de Castellón inscribiera su nombre entre las grandes del balompié.

El equipo de Sara Monforte cerró el 2020 con 24 puntos, líder de su grupo, cediendo únicamente una derrota. Más allá de la gran dinámica de resultados de las amarillas, hay que destacar la buenas sensaciones que transmite un equipo que está muy bien trabajado.

Atendiendo a los puntos conseguidos también en el otro subgrupo, el Villarreal es primero del grupo sur, por delante del Pozoalbense, del subgrupo A, y del Real Unión de Tenerife y Albacete, de su misma liga, que se prevén como los rivales directos en la lucha por el ascenso a la máxima categoría. Precisamente, los duelos directos ante estos rivales en la segunda vuelta están marcados en rojo en el calendario. Las amarillas recibirán el 13-14 de febrero a las manchegas y en la última jornada, 27-28 de febrero, a las tinerfeñas.

Por su parte, la meta del Joventut Almassora pasa por lograr la permanencia en la Reto Iberdrola en la campaña de su debut. Las albinegras están haciendo un fortín de Boqueres y es ahí donde quieren basar la consecución de la continuidad en la categoría.

El conjunto almazorense es quinto (primero que disputaría la segunda fase por eludir el descenso), y noveno contando a los equipos del otro subgrupo. Asimismo, el conjunto de Julio Martín tiene a solo tres puntos al Alhama, que es la escuadra que marca el acceso a la fase por el ascenso. Tampoco hay que olvidar la fecha del derbi, en la que tendrá lugar el duelo entre albinegras y amarillas, y que será el 6-7 de febrero en Boqueres.

En la segunda categoría nacional femenina la liga concluirá el fin de semana del 27 y 28 de febrero. A partir de entonces se disputará la segunda fase, que se desarrollará durante los meses de marzo, abril, mayo y junio. Será entonces cuando se diluciden los ascensos (solo uno por grupo) y los descensos de categoría.

Si se baja un escalón, el Villarreal B está cómodamente clasificado en Primera Nacional, una categoría en la que compite por segunda temporada consecutiva. El filial amarillo arranca el año en la zona media, a siete puntos de la promoción de ascenso y con ocho de ventaja respecto a los puestos de descenso.

Por su parte, en Liga Autonómica, el Onda se sitúa en la zona media de la tabla, a siete puntos del líder, mientras que Villarreal C y Alqueries anhelan escalar posiciones para eludir el descenso de categoría. En Primera Regional, el filial del Joventut Almassora está a cuatro puntos del líder, el Fénix Moncada. Las jóvenes promesas albinegras buscan un ascenso que les colocaría en la élite del fútbol regional, en la misma categoría que el Drac, que está en la zona baja, pero fuera de los puestos de descenso.

El último eslabón del fútbol femenino es la Segunda Regional, una categoría en la que Castellón, Moncofa y La Magdalena pugnan por una plaza de ascenso junto al líder, el Faura. Las albinegras están a dos puntos de las valencianas, las rojillas a cinco y las magdaleneras a seis.

El año 2021 comienza cargado de sueños para todos los equipos femeninos provinciales. Muchos sueñan con subir a categorías en las que nunca han militado. Por contra, otros esperan que el nuevo año les aporte tranquilidad y menos sufrimiento.